Es una duda que puede surgir. El dilema entre mantener el patrimonio y potenciar una imagen o beneficiarse de ciertos elementos aunque sean estéticamente discutibles, pero que sirvan a los vecinos. Esto es lo que se debate en Santa Gadea del Cid, donde algunos residentes se quejan de una carpa situada en medio de su plaza porticada, junto a su iglesia gótica dedicada a San Pedro y frente a lo que fue desde el 1465 el hospital de San Lázaro. Un edificio rehabilitado en 2010 en el que hoy se ubica un bar de concesión municipal. Todo este patrimonio, junto a otros atractivos de la localidad, fueron declarados Bien de Interés Cultural de Conjunto Histórico en 1973. En medio de todo esto, se ubica la carpa, "con el único fin de incrementar las mesas disponibles para los usuarios de un establecimiento de hostelería situado en la misma plaza", lamenta uno de los vecinos.

Así lo reconocen en el Ayuntamiento. Entienden que el bar es pequeño, por lo que se buscó esta solución en septiembre. En un primer momento se puso con una tela roja y blanca "lo que parecía un circo", se queja otro de los residentes en la localidad. Dada la polémica inicial, el color se cambió y se decidió por el negro que ahora luce en la plaza, lo que ha rebajado algo la polémica como reconoce una vecina aunque las dudas se mantiene en las calles de la localidad.

El alcalde, Jorge Ortiz, confiesa su "sorpresa" por las quejas y también se lamenta de que las personas que se han sentido ofendidas no hayan cruzado la puerta del Ayuntamiento para expresar su disconformidad "y encontrar una solución". No obstante, tampoco quiere entrar en una polémica que considera que se podía haber evitado "si se hubiese pasado por el Ayuntamiento y nos hubiésemos sentado a hablar", afirma Ortiz. Tampoco se cierra a la posibilidad de retirar la carpa de la polémica, aunque se defiende que "todo lo que hacemos buscamos que sea lo mejor para el pueblo".

Lo que sí que deja claro es que la colocación de este elemento en un lugar singular de la villa se ha realizado sin contradecir ninguna de las normativas municipales, por lo que la legalidad no es algo que se pueda poner en duda, ya que, entre otras cosas, no es un elemento que esté fijo y se puede quitar.

Algunos vecinos cuestionan la idoneidad de poner este tenderete en medio de su plaza porque "rompe la estética histórica, artística y monumental del conjunto de la plaza medieval" critican. Siembran además dudas sobre su necesidad, "porque con el frío que hace quién se va a poner ahí", se pregunta otra vecina, que resalta que es raro ver a nadie en alguna de las seis mesas que se han colocado. Al parecer, tampoco se trata de una instalación en la que se puedan utilizar calentadores o calefactores, lo que provoca la reflexión sobre si se trata de una estructura homologada para el uso que se le ha dado.

La polémica estética también ha coincidido en el tiempo con el cierre del tráfico rodado en la singular y bella plaza de Santa Gadea del Cid, "algo que se quería hacer desde hace años", reconocen varios vecinos, que critican que la medida no se adoptó definitivamente hasta que se colocó este cuestionado elemento.