La banda que robaba BMW pacta 10 años de prisión

I.E.
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La Fiscalía, que pedía en principio 20 años, llegó a un acuerdo para dictar sentencia de conformidad

El juicio no llegó a celebrarse pero los acusados comparecieron en la Audiencia. - Foto: Alberto Rodrigo

Diez años de prisión cumplirán los tres acusados de formar parte de una banda que desmanteló la Policía Nacional el año pasado después de robar varios coches de alta gama, sobre todo BMW y SEAT, que después desguazaban y vendían por piezas. La Fiscalía había pedido en total 20 años de cárcel entre los tres, pero se ha llegado a un acuerdo entre las partes y la pena se rebajó a la mitad. Al cabecilla, J.O.D., le han caído 4 años y tres meses; a N.O.D., 3 años y seis meses, y a S.G.R., dos años, según la sentencia de conformidad.

Tras meses de investigación que comenzó con la sustracción de un BMW X5 en un garaje de la capital, lograron la Policía Nacional detuvo a 18 personas. Tres de ellas se sentaron este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial. Esta banda tenía su centro de operaciones en una nave industrial ubicada en la localidad madrileña de Villaconejos. Casi toda su actividad delictiva la centraron en la capital de España y sus alrededores, pero a finales del mes de mayo de 2019 actuaron en un garaje de la avenida Reyes Católicos de Burgos.

Allí, J.O.D., uno de los cabecillas de la organización, sustrajo un BMW X5. Para ello, reventó el bombín de la puerta y ‘pirateó’ el ordenador de abordo con un dispositivo electrónico que desbloqueó el sistema de arranque.  El acusado condujo el vehículo hasta la lonja de su propiedad, donde lo dejaron ‘enfriar’ hasta constatar que nadie seguiría el rastro.

Lo que no podían imaginar los ladrones es que un pequeño despiste del encargado de robar y trasladar el coche hasta Madrid les iba a costar tan caro. La Policía Nacional visionó las grabaciones de varias gasolineras cercanas a la capital después de que los dueños les advirtieran de que el todoterreno iba muy justo de carburante.

Los investigadores le localizaron en una estación de servicio a escasos kilómetros y ese fue el hilo del que comenzaron a tirar hasta desmantelar toda la red.