Los grandes economistas aseguran que España se está recuperando  pero para muchas personas la crisis todavía no ha pasado. Solo en el último año 507 pernoctaron en el albergue municipal, un recurso prioritario para quienes no tienen un techo bajo el que pasar la noche pero que no pone solución al problema. Al contrario, si no se adoptan otras medidas complementarias, con el tiempo la situación de los usuarios se cronifica. 

Por eso la delegación local de Cáritas siempre ha apostado por ir un poco más lejos en la asistencia ya que «el objetivo es conseguir que los que han quedado excluidos del sistema puedan normalizar otra vez su vida», aseguran.  Para lograrlo es necesario un proceso de acompañamiento individualizado ya que muchas veces a la carencia laboral se añaden otros problemas derivados de algún tipo de adicción o simplemente la falta de autoestima tras años en la calle. Contar con servicios como el centro de día o un taller ocupacional son el impulso definitivo que ha permitido que en el último año 17 personas abandonen la calle y recuperen su autonomía. 

La situación de las personas sin hogar se agrava cuando las mismas son mujeres. Por ejemplo en el albergue de la ciudad solo se permite pernoctar a hombres mientras que ellas son derivadas a pensiones. Sin embargo solo nueve mujeres hicieron uso de este servicio en el último ejercicio, lo que evidencia que la gran mayoría no lo solicita. Por este motivo una de las reivindicaciones históricas tanto de Cáritas como de varias formaciones políticas es la construcción de un albergue para mujeres. El proyecto está avanzado y de hecho los servicios técnicos del Ayuntamiento ya están valorando las ofertas presentadas por las empresas interesadas en una obra que rondará los 40.000 euros según las primeras estimaciones.

El objetivo es que en las próximas semanas se contraten las obras para que la nueva instalación «pueda estar operativa antes de final de año», asegura el edil Pablo Gómez, que esta legislatura seguirá al frente de la concejalía de Servicios Sociales, lo que permite dar continuidad al trabajo realizado durante los últimos años en los que la ciudad ha sido reconocida por su buena labor en esta materia.  

El proyecto del albergue de mujeres contempla la construcción de una vivienda con cinco plazas que se levantará en el mismo lugar que ocupa el albergue masculino, en la zona de Las Californias. De esta forma se facilitaría la atención a las usuarias sin necesidad de contar con mucho más personal y además permitiría a las parejas pernoctar en dependencias anexas y no tener que separarse. 

Además, desde Cáritas se considera que esta emplazamiento es el ideal porque permite agrupar la atención que brindan y que las mujeres que hagan uso del servicio de pernoctación puedan acceder a otros programas que tiene el colectivo, sobre todo los destinados a impulsar la reinserción social de las personas sin hogar.