La A-12, la autovía del nunca acabar

L.M.
-

Las obras del tramo entre Burgos e Ibeas llevan paradas desde 2018 a la espera de un modificado del que nada se sabe

La Nacional-122 a su paso por Castrillo del Val - Foto: Alberto Rodrigo

Aunque la vuelta al trabajo de las máquinas para construir parte de la A-12 a su paso por Burgos es una buena noticia, es cierto que si echamos una mirada al panorama de la provincia en su conjunto el aspecto es francamente deprimente. El tramo entre la capital e Ibeas de Juarros es sin duda el más preocupante, ya que lleva años enquistado y su solución no parece ni fácil ni cercana en el tiempo. 

El Ministerio de Fomento adjudicó el contrato en octubre de 2016 por 46 millones de euros y un plazo de ejecución de 30 meses. Los trabajos no empezaron hasta enero de 2018, pero se detuvieron en seco en mayo de ese mismo ejercicio. Cumplido el periodo para presentar la obra, la única máquina que llegó a trabajar en el movimiento de tierras en la zona más próxima a Los Tomillares hace tiempo que se fue, y la UTE adjudicataria, Joca Ingeniería y Construcciones y Ocide Construcción llevan años negociando un modificado que se adecue más a su oferta económica, que fue un 46% inferior a la presentada por el Ministerio de Fomento como presupuesto base. A día de hoy ya casi no se aprecian los montones de tierra que se movilizaron para marcar el trazado de la futura autovía, ya que la hierba se ha vuelto a adueñar del espacio. 

Los otros dos tramos aún pendientes se localizan entre Ibeas de Juarros (donde termina el primero) y Villafranca Montes de Oca y entre esta última y Villamayor del Río (donde concluirá el tramo que se trata de adjudicar en este proceso). El primero de estos comprende una distancia de 24,3 kilómetros, ascensión al puerto de La Pedraja incluida, y no se licita ante la falta de partida presupuestaria, ya que sí dispone de proyecto. El segundo lleva tres años aprobado y transcurrirá a lo largo de 16,6 kilómetros y tendrá un coste de 108 millones de euros. Hace unos meses la Agencia Ical informaba que Fomento podría estar cerca de sacar este último contrato a licitación, pero tras la crisis de la COVID-19 y la falta de recursos económicos todo es una incógnita.