Y su voz retomó el olor a verano

I.L.H.
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Vanesa Martín puso pasión y alma durante cerca de dos horas de concierto, mientras desgranaba detalles de su vida y de las letras de sus canciones. Arropada por siete músicos, desgranó los temas de 'Todas las mujeres que habitan en mí' y muchos más

Y su voz retomó el olor a verano - Foto: Alberto Rodrigo

Fueron casi tres horas de concierto, contando con los 45 minutos interrumpidos de la telonera, Elena Farga. Y desde el primer momento Vanesa Martín no solo cantó, también compartió algunos detalles de su vida o de las letras de sus canciones, haciendo que el público se sintiera cómplice de lo que estaba ocurriendo en el Fórum.  

Empezó eligiendo «dudar a saberte», como canta en El intento, y le siguió con De tus ojos. Después de apenas esas dos canciones, aunque ya se había ganado al público por méritos propios confesó que por la tarde había visitado la Catedral de Burgos por primera vez:«Qué locura, cómo me ha impresionado. Piensas cómo harían eso y lo comparas con lo que se tarda ahora en una pequeña reforma... Es una pena que viajemos tanto cuando el tesoro lo tenemos en casa». Lógicamente los piropos al templo gótico tuvieron su recompensa en aplausos, pero sus palabras sonaban sinceras cuando acto seguido dijo que deseaba que el concierto permitiera a los espectadores «fluir y viajar por los sueños y recuerdos buenos; y si hay algo malo, a ver si podemos sanarlo».

La cantautora malagueña siguió con Abril, Ya, Te has perdido quién soy o 9 días, que hizo que el público se levantara de su asiento y le acompañara con palmas. Con Como un billete de avión y tocando el piano, Martín confesó que esa canción para ella es «liberadora; sabes que cantarla te sienta bien» (era la primera vez que el corazón me dio la espalda -dice la letra-. Ya se fue y a mi casa ha vuelto el olor a verano, continúa): «Espero que encontréis también en este tema el desahogo y el alivio. Es que terminas de cantarla y ya te has creído lo del olor a verano», dijo entre risas.

Rodeada de siete músicos (piano, chelo, percusión, bajo y contrabajo, batería, guitarra y violín y guitarras), la cantante andaluza le puso pasión y entrega intercalando la guitarra eléctrica con la que tocó los primeros temas, el piano, la guitarra acústica y su voz. Tras 90 minutos, Arráncame y Polvo de mariposas, con el que consiguió uno de los más sonados aplausos, introdujo a sus padres en la charla sobre el escenario. Con gracia y ternura, trasladó las anécdotas de una madre que no sabe si su hija está hoy en Chicago o en Sevilla, o cómo su padre dice no entender por qué tiene que viajar: «Hombre, si quieres hago los conciertos desde casa».

En acústico interpretó Durmiendo sola, No te puedo retener, La culpa, Ropa desordenada, Desobedecerme o Aún no te has ido. Con otro vestuario (se quitó la americana blanca y se cambió de zapatos) y tras dejar a la banda tocar Sintiéndonos, Vanesa Martín le puso más ritmo al último tramo con Hábito de ti o Inventas, donde cantó a todas las mujeres que habitan en ella. Después llegaron los bises y con ellos el final de un concierto que había empezado Elena Farga, ex concursante de Factor X.

La valenciana interpretó ocho canciones, aunque en dos tiempos porque un problema con la mesa de sonido obligó a detener su actuación. En su repertorio incluyó temas propios (sobre el riesgo, el miedo o las relaciones de pareja) y alguna versión.