El misterio de los cinco conejos

RAÚL CANALES
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Aparecen ejemplares de estos animales en diferentes colegios, fruto de una broma juvenil de mal gusto que ya investiga la Policía

Los conejos eran aún gazapos con pocos días de vida. Los alumnos de Sagrados Corazones bautizaron como Pascual a uno de ellos. - Foto: DB

Si estos días encuentra un conejo en su portal, en un comercio o en un cualquier lugar público, no se sorprenda. Se trata de una broma de muy mal gusto, otro caso de maltrato animal que tiene en vilo a las protectoras de Miranda. Todo comenzó la pasada semana, cuando una vecina alertó a MAPA de la presencia de cinco gazapos blancos en un sótano de la calle Saturnino Rubio. Sin embargo, cuando las voluntarias llegaron al lugar para recogerlos, habían desaparecido sin dejar rastro.

Poco después, recibieron una llamada del instituto asegurando que alguien habita tirado por la ventana uno de los conejos. El mismo aviso fue recibido minutos después con el colegio Altamira como escenario, y en la misma mañana encontraron otro más en Sagrados Corazones. Por ahora han sido localizados cuatro ejemplares, alguno de ellos teñidos con pintura roja y con lesiones menores fruto de los golpes, aunque han sobrevivido. Pero todavía se busca a un quinto conejo. 

«Mucho nos tememos que a estas alturas ya no vamos a encontrarle. Si le han soltado, era demasiado pequeño, así que le han condenado a una muerte segura, y si le han tirado por ahí para divertirse como han hecho con los otros, habrá que ver en qué estado le han dejado», lamentan desde MAPA, protectora que pide colaboración ciudadana para poder encontrar tanto al animal como a los autores de una gamberrada que supera todos los límites. «La gente parece que se olvida de que estamos hablando de seres vivos, que sufren y sienten», remarcan. 

Los hechos ya están siendo investigados por la policía, aunque de momento la única prueba es el relato de testigos que vieron como unos jóvenes descendían de un coche azul oscuro en las inmediaciones del Fray Pedro de Urbina y arrojaban uno de los conejos dentro de las instalaciones mientras que lo grababan con el móvil. «Al parecer se escuchaban muchas risas dentro del coche, porque les debe parecer gracioso y lo estarán difundiendo en redes sociales», afirman fuentes consultadas por este periódico. 

En las últimas horas, las redes sociales se han inundado de mensajes tanto de condena a los «salvajes» que han llevado a cabo este caso de maltrato animal, como de personas interesadas en adoptar a los conejos. Por ahora, los cuatro que han sido rescatados han encontrado ya hogar, incluido Pascual, como habían bautizado los alumnos de Sagrados Corazones el que apareció en su centro educativo y al que han alimentado con las lechugas de la huerta escolar.