El Mirandés ya sabe lo que es remontar. Lo hizo en la sexta jornada, en un duelo en Tenerife en el que estuvo a merced de los chicharreros. Hasta este fin de semana, los de Lolo Escobar habían sumado dos victorias como locales y no habían vencido a domicilio. Tampoco habían doblegado a ningún rival que se hubiese puesto por delante, pero en el Heliodoro Rodríguez López los rojillos lo consiguieron, y lo hicieron a lo grande, porque culminaron la remontada en la última jugado, ante un bloque que no había perdido y que solo había encajado un gol.

Pero en diez minutos recibió dos tantos, ambos de Simón Moreno, que había saltado a campo por Marqués en el 65. El bloque mirandesista sumó de esta manera una nueva experiencia, esta vez positiva, porque comprobaron que hay que creer. Los de Escobar habían disputado dos encuentros como visitantes y en los dos tuvieron momentos de sufrimiento, como el domingo en Tenerife, donde los palos y Lizoain mantuvieron vivos a los jabatos (...).

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