El año del inicio de la pandemia, con meses enteros de casi completo confinamiento domiciliario de la ciudadanía, fue propicio para el descenso de la criminalidad. La Policía Nacional y la Guardia Civil lo notaron en sus estadísticas y ahora esos datos se reflejan en la memoria de la Fiscalía de Burgos, que revela que las diligencias previas de investigación que inició en 2020 cayeron un 15%, al pasar de 10.695 a 9.064. Sin embargo, de la información que proporciona el Ministerio Público llaman la atención algunas cuestiones. La primera es que las agresiones sexuales a mujeres se incrementaron durante el ejercicio pasado. Si en 2019 se contabilizaron 31 en el conjunto de la provincia en 2020 se investigaron hasta 36 denuncias. Los casos de abusos sexuales cayeron, pero es verdad que los vinculados a menores de edad se incrementaron, lo que confirma que la preocupación de muchos profesionales -entre ellos el jefe de los forenses de Burgos, Amador Martínez Tejedor- está más que justificada. Y es que los juzgados señalan cada vez más juicios relacionados con delitos sexuales que sufren niños y adolescentes, generalmente a manos de familiares o personas allegadas. 

Es de destacar también que en un año como el anterior, en el que  los movimientos de los ciudadanos estuvieron limitados -con la prohibición de viajar a otras localidades, provincias o regiones-, crecieron los delitos contra la seguridad vial. En concreto pasaron de los 288 registrados en 2019 a los 294 que se contabilizaron en 2020. El jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, ya sospechaba al final del ejercicio pasado que los conductores habían relajado la atención a las normas, quizás debido al poco tráfico que hubo durante muchos meses en las carreteras de la provincia y de España. Le extrañó, y mucho, que la cifra de fallecidos en accidente creciera desde los 9 de 2019 -el año de récord positivo en cuanto a víctimas mortales- a 16 en 2020. De hecho, tuvo la intención de iniciar un estudio para analizar si se había producido un incremento generalizado de la velocidad en las vías de Burgos, como posible explicación al alza en la cifra de muertos. Lo que dice la estadística de la Fiscalía es que el pasado año se incoaron diligencias en tres casos por superar el límite de velocidad permitido, los mismos que en 2019. Se produjeron más conducciones temerarias, cinco más en concreto, y también se incrementaron los atestados a conductores que llevaban el coche sin tener carné de conducir.

También crecieron en gran medida los delitos de resistencia y desobediencia a la autoridad, de 149 denuncias investigadas en 2019 a 212 en 2020. 

Disminuciones. Por contra, los delitos de lesiones cayeron en gran proporción, pues se registraron cerca de 1.000 ilícitos menos en 2020 que en 2019.  También se redujeron las diligencias por todo tipo de robos, al pasar de los más de 2.500 en 2019 a apenas 2.000 el ejercicio pasado. Ahora bien, en casas habitadas se denunciaron siete casos más.