La UCI cierra un mes de lucha con una mortalidad del 7%

GADEA G. UBIERNA
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Han ingresado a 90 pacientes, de los cuales 6 han fallecido y 30 han recibido el alta. Empieza a plantearse la recuperación de camas para críticos sin coronavirus

Los sanitarios del HUBU siguen agradeciendo a diario el apoyo de la población. - Foto: Luis López Araico

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del HUBU ingresó el pasado 7 de marzo a la primera paciente crítica por la COVID-19, la enfermedad que provoca el coronavirus SARS-CoV-2 en las vías respiratorias. Desde entonces, ha atendido a otros 89 pacientes críticos, de los cuales 30 han recibido el alta y han podido pasar a planta y otros seis han fallecido. Así, la UCI cierra su primer mes de lucha a destajo contra esta patología nueva con una mortalidad del 6,6% (en todo el HUBUes del 14,5%), pero, a pesar de todo, con un balance ‘positivo’: incluso en las hasta ahora peores semanas de la pandemia ha habido una bolsa de camas y respiradores sin utilizar. Y ahora, de hecho, empieza a plantearse la recuperación de puestos para pacientes críticos no infecciosos.

Aun con toda la tensión que se ha vivido -y se vive- el hospital ha podido ir por delante de la enfermedad con cierto desahogo. Burgos no ha estado en la situación que se relataba desde hospitales de Madrid, Cataluña u otros mucho más próximos como el Soria, con el que se está colaborando de forma estrecha. Ayer, por ejemplo, se ingresó a una paciente procedente del hospital soriano.

El HUBU también ha derivado cuando lo ha necesitado;lo ha hecho, en concreto, con un enfermo crítico que necesitaba que le practicaran una técnica muy específica (una ECMO, oxigenación por membrana extracorpórea) que Burgos no hace y Valladolid sí, por lo que se le trasladó al Río Hortega.

La colaboración ha sido una máxima y no solo entre hospitales, también entre profesionales y servicios. Hace ya tres semanas que los pacientes críticos por complicaciones provocadas por la infección por coronavirus ocuparon las 26 camas de la UCI original del HUBUy entraron en la Unidad de Reanimación Postanestésica (URPA). Especialistas en Medicina Intensiva y en Anestesiología se fusionaron para atender al paciente crítico como si fueran un único servicio y así siguieron una vez que los contagiados por coronavirus más graves tuvieron que ser instalados también en parte de los quirófanos. Esto es lo que se ha denominado ‘ucis extendidas’ y en el HUBU todavía tiene margen; puede disponer de hasta 81 puestos UCI y ni siquiera en los momentos de máxima ocupación (55 pacientes con imposibilidad de respirar por sí mismos y una decena de críticos por motivos distintos a la COVID-19) se ha llegado al máximo.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)