A principios del año pasado finalizaban las obras de modernización y mejora de la plataforma y el firme de la carretera BU-627 entre las localidades de Villanueva de Argaño y Villadiego, en un tramo de carretera de 17,5 kilómetros. Poco después, los conductores comprobaban que en uno de sus puntos había un problema: cuando llovía el agua se instalaba en la calzada a la que también llegaba tierra de un taluz, lo que hacia que esa curva se convirtiera en un peligro.

Ahora, la Junta de Castilla y León está construyendo un muro de piedras en este punto, junto al cruce de la localidad de Tobar, para subsanar el problema.

Una actuación en la que la administración regional invertirá 221.430  euros y cuya ejecución culminará en noviembre después de cuatro meses de trabajo de la empresa adjudicataria, Amaya Obras y Excavaciones. Desde la Junta aseguran que esta inversión era necesaria ya que el talud había comenzado a presentar «deslizamientos importantes».