A los nervios habituales que acompañan siempre el inicio de un nuevo curso escolar tras las vacaciones de verano, en el IES Alfoz de Lara de Salas de los Infantes se han sumado nuevas emociones, como la ilusión y la alegría por estrenar un nuevo edificio que agranda en 700 metros cuadrados al actual centro. Su ampliación ha sido una reivindicación desde hace más de veinte años y en ella han centrado sus esfuerzos las diferentes direcciones que han pasado por el instituto desde entonces, las asociaciones de padres y madres e incluso el Ayuntamiento de la localidad. Ahora, tras una inversión de más de 750.000 euros por parte de la Junta de Castilla y León, es ya una realidad, y las nuevas instalaciones, por fin, se llenaron este miércoles de la algarabía propia de los alumnos. 

Este nuevo edificio es un bloque construido junto al patio y está conectado con el centro originario a través de una cubierta que impide que profesores y alumnos se mojen cuando pasen de uno a otro.  Como explica Eva María Miranda, directora del instituto, se han traslado a las nuevas instalaciones las cuatro clases de los dos cursos de Bachillerato. «También están las aulas de música, de informática, un laboratorio y una sala de usos múltiples», continúa la directora, que acaba de estrenarse en el cargo tras 17 como profesora de lengua y literatura en este centro.

El espacio recientemente inaugurado, muy luminoso, supone también un gran alivio para los profesores. «Éramos de los pocos centros de la provincia que no teníamos departamentos y ahora contamos con cinco nuevos despachos», añade Miranda, que confía en poder ampliar la oferta educativa en un futuro y así «aprovechar mejor las nuevas instalaciones». «El nuevo director provincial quiere apostar por el medio rural, a ver si así tenemos más opciones de ampliar su uso», espera Eva María, entre los nervios propios del primer día y de terminar de atar las cosillas que iban surgiendo sobre la marcha. 

También la primera jornada supuso el estreno en este instituto de la mayoría de docentes. «Hay mucho profesorado nuevo, joven y con ilusión y ganas de trabajar». Lauren Martínez y Diana Llanillo son dos de las docentes que imparten clase en Salas por primera vez. Ambas dan inglés y comparten nuevo departamento con la profesora de francés. «Es muy agradable tener instalaciones nuevas y un espacio amplio en el que poder trabajar sin estar pidiendo turno», coinciden las dos, que confían en que el covid vaya dando tregua y así recuperar su forma de impartir clase, fomentando el trabajo en grupo entre los alumnos. 

Quien lleva muchos inicios de curso a sus espaldas en este centro es Javier Rojo, profesor de educación física en el instituto desde hace 25 años. «Cuando llegué ya se hablaba de la ampliación. Carmela, que fue directora durante más de 15 años, peleó mucho por ello», recuerda Rojo, que explica como la sala de profesores, de apenas 15 metros cuadrados, se quedaba muy pequeña para acoger a unos 30 profesores. «No había sitio ni para dejar los abrigos», añade.

En su caso, pasará de tener un pequeño espacio en el frontón cubierto junto al instituto y donde imparte su asignatura, a un departamento compartido en el edificio  nuevo. «Donde estaba antes no podía trabajar, era un sitio oscuro, sin wifi y frío», comenta el profesor, que recuerda que aunque el alumnado ha descendido siguen siendo necesarias estas nuevas instalaciones «porque la oferta educativa es ahora mucho más diversificada». 

Emocionante. Durante los cursos pasados Oriana Mamolar y Eva Pérez veían en los recreos como el nuevo edificio iba tomando forma. Ambas acaban  de empezar primero de Bachillerato y su grupo es uno de los afortunados que estrena clase en este espacio. «La ampliación ha supuesto un gran avance para el instituto, ya que ahora disponemos de mucho más espacio. Teníamos muchas ganas de poder estrenarlo y de empezar una nueva etapa para ampliar nuestros conocimientos», comenta la joven, en relación al salto de la ESO al Bachillerato. También emocionada estaba su amiga Oriana, con la que comparte clase. «Siempre cuesta volver de las vacaciones, pero el buen recibimiento que nos ha dado los profesores lo hace más llevadero. Estamos ilusionados y muy contentos de estrenar clase y material», comenta la joven, que recuerda que conocieron a su nuevo tutor, que les explicó, entre otras cosas, el nuevo horario. «No tendremos los cinco minutos entre los cambios de clase, pero si dos recreos de 25».

Medidas covid. «Como las medidas del año pasado funcionaron muy bien, seguiremos igual», reconocía la directora del centro, a quien le gustaría pode dar más utilidad a la biblioteca, ampliar la oferta de actividades complementarais y seguir mejorando las competencias digitales de los alumnos. «Si la situación lo permite, con supervisión y cumpliendo las directrices, podríamos hacerlo este curso». Un curso donde también como novedad fue la nueva distribución de los alumnos al aire libre durante los recreos, donde cada grupo está dividido y ocupa una única zona, sin mezclarse con el resto de alumnos, que asciende en total a 150 jóvenes.