Hay zonas de la ciudad donde la práctica del botellón es muy frecuente. Las faldas del Castillo y Fuentes Blancas son los dos lugares por excelencia, pero a lo largo y ancho de la ciudad existen numerosos focos que provocan suciedad, vandalismo y ruidos que afectan a los vecinos de las viviendas aledañas. Uno de estos barrios es el de Comuneros, cuyos residentes llevan años denunciando el deterioro de las terrazas del Centro de Salud por culpa del paso de muchos jóvenes cada fin de semana. Hace unos meses presentaron en el Ayuntamiento un proyecto de adecentamiento para todo este entorno, pero de momento no han recibido respuesta y se muestran algo pesimistas.

Son muchos los problemas que hay en las terrazas y soportales que rodean el ambulatorio y comercios de Comuneros. El principal es el vandalismo que sufren las instalaciones desde hace años. Decenas de jóvenes se suben a la parte de arriba para hacer botellón y grafitis. Algunos practican deportes urbanos. Brincan de un lado a otro de las plataformas, lo que termina generando numerosos desperfectos. Además, en ocasiones se han llegado a prender hogueras cerca de las salidas de emergencias, que también han aparecido llenas de orines muchas mañanas. «Han roto varias placas decorativas por subirse encima. Llamamos a la Policía Local, pero en cuanto les ven venir se van corriendo hacia el otro lado», apunta Jesús Molleda, presidente de la asociación de vecinos.

El responsable y los trabajadores del Centro de Salud de Comuneros también muestran su hartazgo por la suciedad y el deterioro de los viales superiores. En el escrito presentado ante el Consistorio exponen que al ser espacios muy resguardados muchas personas los aprovechan para llevar a cabo actividades ilícitas. Señalan que más de una vez han encontrado jeringuillas, condones y otros desperdicios de este tipo, pero también cajas registradoras de comercios. Para abrirlas, puntualizan, las estrellan contra las paredes y balconadas generando destrozos en el mobiliario urbano.  

La zona está repleta de pintadas y desperfectos. - Foto: Patricia

Episodios de este tipo hacen necesario, y así se lo han planteado a los responsables municipales en numerosas ocasiones, vallar los accesos a los pisos superiores para impedir que allí arriba se practique botellón (...). 

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