En un escenario se pueden controlar muchas más variables, pero en plena calle, a la luz del día, los magos tienen que dar el todo por el todo para hacer realidad sus ilusiones y conectar con el público. Dos premisas que se cumplieron en el arranque ayer del I Festival Internacional de Magia de Aranda de Duero, bautizado ‘Aranda es mágica’ y que viene a ser el primero de estas características que se celebra en territorio nacional y el segundo a nivel europeo.
A pesar de las reservas de parte del público hacia los espectáculos de este tipo, y que esta cita en plenas fiestas patronales viene a sustituir el consolidado desde hace años encuentro de mimos y artistas callejeros, los magos participantes contaron con una nutrida concurrencia que, desde el primer minuto, colaboró con su aplausos, coreando palabras mágicas y expresando su sorpresa con sonoros «¡ooooh!», lo que animó a los artistas a poner toda la carne en el asador, aprovechando la disposición de jóvenes voluntarios del patio de butacas improvisado y desplegando trucos de mentalismo, juegos de manos, pañuelos y hasta numismagia. Muchos clásicos y algunas sorpresas que asombraron a los presentes.
Entre todos los espectáculos destacaron los que participaban en el I Concurso Profesional de Magia de Calle, que mantuvo durante hora y media en sus dos pases al respetable con la boca abierta debajo de la mascarilla y los ojos muy pendientes de todo lo que pasaba en el escenario. Como gancho, entre los participantes estaba Mágica Estela, una niña santanderina que participó en un programa televisivo nacional de talentos. Ella y su amiga Raimundita pusieron los pelos de punta a los espectadores arandinos, con un montaje que hubiese impresionado al mismísimo Íker Jiménez, llevándole a las apariciones míticas del Palacio de Linares.
Los magos estuvieron poniendo color, humor y fantasía a las principales plazas del centro histórico arandino mañana y tarde, pero no se olvidaron de otros colectivos que también disfrutaron de sus trucos, como los mayores del asilo que volvieron a ser un poco niños gracias a la magia social de Jean Philippe, que compartió con ellos sus creaciones con globos.
También en la calle, pero a cubierto en una caravana y en una jaima, se desarrolló La Feria Mágica, que no entra en concurso y que escogió el entorno de la iglesia de Santa María para ofrecer su espectáculo en grupos reducidos.
Grandes citas. Más allá del concurso, de la feria y de las citas callejeras, la plaza de la Constitución (y hoy los Jardines de don Diego) sirvió de telón de fondo para el espectáculo de gran formato de Cirkalgia, una mezcla de circo y magia que no dejó indiferente a ninguno de los paseantes que se toparon con él en su paseo vespertino.
Hasta mañana viernes, Aranda de Duero es la capital mundial de la magia. Hoy, con el mago Jandro, de El Hormiguero, como maestro de ceremonias, los afortunados con entrada han podido asistir a la Gala Mundial de la Magia, con participantes rusos, argentinos y españoles. Y de vuelta al espacio público, el colofón de esta oferta mágica lo pondrá Víctor Cerro con una espectáculo de escapismo en el puente del Duero. «Intentaré quitarme una camisa de fuerza pero colgado de un artefacto que tiene la apariencia de un ángel pero en las alas en vez de plumas tiene cuchillas, y están sujetas con una cuerda llena de gasolina; se le va a prender fuego y yo tendré que escaparme antes de que la gasolina corte la cuerda y las alas de caigan», avanzó el temerario mago, que reconoció que ya se había logrado escapar de a tiempo en más ocasiones pero «aquí tenemos el Duero debajo y tengo que tener mucho cuidado», avisó para darle más épica a su espectáculo de escapismo.