Ha rozado con los dedos una oportunidad única y no quiere dejarla escapar. El Ayuntamiento de Regumiel de la Sierra busca fondos y la autorización de la diócesis para rescatar la parte de la rica necrópolis medieval, una de las más grandes de Europa, que permanece oculta bajo el suelo de la iglesia que quemaron los franceses en la Guerra de la Independencia, tras constatar con un sondeo que existen restos del templo primigenio y otros hallazgos arqueológicos, además de sanear las vigas.

El sondeo de 3x2 metros realizado en el interior, que se puede visitar ya, «garantiza una futura intervención muy espectacular, con restos humanos abundantes y de ajuar», afirma Asier Pascual, director de la excavación arqueológica junto con Mónica Gorostiza.De hecho, han tenido que detener su trabajo cuando ya intuían bajo la tarima huesos «quemados», vinculado al ataque e incendio de los franceses, cuyos impactos de bala aún se aprecian en la torre.

Previamente, se realizó una prospección con cámaras endoscópicas que ha permitido localiza «dónde puede estar toda la superficie de la roca bajo la iglesia» que constituyó el templo asociado a la necrópolis y del que en esta cata han aparecido el umbral de entrada y una pila, para bautismo y/o lavar los cuerpos antes de enterrar.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)