«Escribir es un proceso solitario y exigente»

R.E.C.
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La novela policiaca 'Un asunto rural' ha llevado a la burgalesa Mercedes Rodrigo a ganar el XXV certamen literario Ciudad de Getafe. El premio se entregará durante la muestra Getafe Negro 2021, que tendrá lugar del 25 al 31 de octubre

Mercedes Rodrigo es profesora de Lengua y Literatura en el instituto Pintor Luis Sáez. - Foto: Patricia

Llegar y besar el santo es una expresión española que coloquialmente se atribuye a la suerte que tiene alguien nada más arribar a un lugar. Bien podría asignarse a Mercedes Rodrigo la personificación de esta locución verbal tras ganar el certamen de novela negra Ciudad de Getafe con Un asunto rural. Primera novela que escribe, primera participación en este concurso y primera vez que lo gana. Lo dicho, llegar y besar el santo.

Profesora de Secundaria de Lengua y Literatura en el instituto Pintor Luis Sáez de profesión, y escritora y lectora por vocación, reconoce estar en una nube desde que hace apenas unas semanas el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Getafe le notificara vía telefónica esta noticia. «Es una alegría y un orgullo inmenso. Estoy abrumada por la repercusión que está teniendo, empezando por el interés de la prensa», confiesa.

Días de felicitaciones y enhorabuenas entre la familia y amigos, contentos por ella pero también sorprendidos porque mantuvo en secreto la creación de la novela, mucho menos que la había presentado a un concurso. «No me lo podía ni imaginar ya que era el primer libro que escribía y concursé para probar y ver qué pasaba». Y lo que ha pasado es que ha ganado una distinción que, más allá del premio en metálico dotado en 10.000 euros, supone un reconocimiento a las muchas horas dedicadas.

Un proceso que ha durado años, cinco para ser más exactos, desde que comenzara en 2016 y lo concluyera en mayo de este mismo año, con una crisis de escritora y una pandemia de por medio incluidos. «En este tiempo he roto algún original, lo he mandado a la papelera y he vuelto a empezar. El libro estaba prácticamente escrito cuando al leerlo noté que aunque me gustaba la idea no funcionaba, no tenía alma», afirma Mercedes, para quien el resurgir de la novela viene de la mano de su protagonista, un sargento de la Guardia Civil mayor con problemas personales y a punto de jubilarse. «Me enamoré totalmente de él».

Este antihéroe, como ella misma lo cataloga, es el encargado de resolver en Un asunto rural un asesinato. «Siempre me ha gustado la novela negra y policiaca y por esa misma razón me pregunté qué pasaría si ocurriera un crimen en una pequeña comunidad donde todo el mundo se conoce, donde incluso los vecinos son familiares y amigos. Qué pasaría con las relaciones y con el propio investigador que también forma parte de la comunidad y posee amigos entre los sospechosos a los que tiene que investigar», manifiesta Mercedes en un claro guiño hacia la España rural con la que tiene una vinculación sentimental por los veranos que pasaba allí de niña. «Me resultaba fácil recrear ese ambiente».

Lleva escribiendo de manera más profesional desde hace diez años, cuando entró en la Escuela de Escritores de Burgos. Gracias a los talleres que dirige Jesús Pérez, a quien le debe sus primeros pasos y enseñanzas en este mundo, creció como escritora y se animó a probar con los relatos y microrrelatos, con los que ha conseguido el reconocimiento, hasta en dos ocasiones, de la Librería Espolón y del Orfeón Burgalés a través del concurso que convoca. «Me quedaba la espina de intentar hacer algo de mayor extensión, de probarme a mí misma y hacer algo de mayor aliento. Me gustaba la idea de permanecer un poco más con los personajes que creaba», confirma sin querer desmerecer a otro tipo de narraciones que admira y respeta.

Porvenir profesional. Su futuro como profesora pasa por seguir contagiando a sus alumnos la pasión por la lectura y la escritura, empezando por su hijo de ocho años, aunque eso le lleve en la actualidad a competir arduamente con otras formas de ocio entre los más jóvenes.

«Nos pasamos la vida diciendo que los adolescentes no leen, que la lectura está en decadencia entre ellos, y no es verdad. Yo creo que en los institutos se lee bastante y se trabaja por la lectura, aunque a veces los chicos van por un lado y los planes de estudio por otro, pero se lee más de lo que parece. Si ofreces algo bueno a los alumnos, ellos van a responder. Los niños son muy buenos lectores», defiende esta burgalesa licenciada en Filología Hispánica e Inglesa por la Universidad de Valladolid.

En cuanto a su porvenir literario, tiene claro que un reconocimiento de estas dimensiones la empuja a continuar escribiendo, solo tiene que encontrar tiempo para este proceso que califica de «duro y exigente» porque ideas no le faltan, algunas incluso ya le sobrevuelan por la cabeza. «Tengo claro que me gustaría seguir con los personajes de esta novela».

De momento, su futuro más inmediato pasa por una buena incorporación a las aulas por parte de profesores y alumnos en su instituto después del parón veraniego, mientras piensa en recoger su galardón, que se le hará entrega dentro del festival literario de novela policiaca Getafe Negro 2021, que tendrá lugar del 25 al 31 de octubre en esta localidad madrileña.