El Barça se impuso (87-68) al Valencia Basket para alcanzar la final de la Supercopa que se está disputando en el Pabellón Fernando Martín de San Cristóbal de la Laguna, un gran inicio oficial de la temporada para los culés, en defensa e intensidad para marcar diferencias grandes ya en el primer tiempo.

Los de Sarunas Jasikevicius se pusieron las pilas con el primer título en juego y en medio aún de pretemporada. Un periodo de pruebas, de jugadores sin forma o lesionados, más en el Valencia, que no evitó una fuerte intensidad azulgrana. El Barça mordió, el cuadro 'taronja' se enredó en las pérdidas y no hubo partido.

Del 3-8 cambió mucho el guion, ya que el Barça se lió a recuperar balones y castigar así la defensa rival. Davies y Hayes hicieron daño en un juego interior del Valencia sustentado por Tobey. Los de Joan Peñarroya entraron en crisis, y ni Prepelic ni Van Rossom mejoraron la dirección (19-8).

Laprovittola entró también entonado y Hermannsson fue de lo poco que reaccionó en un Valencia con canteranos. La prueba de fuego era saber competir un partido perdido, y esos jóvenes sacaron al menos el desparpajo. Ferrando, Jiménez, Puerto o Pradilla son las buenas noticias 'taronja', para competir y apretar por un puesto.

Los de Jasikevicius dejaron en dos asistencias a los valencianos en el primer tiempo, dominaron el rebote y se fueron al descanso tras tocar la veintena de renta. Los de Peñarroya venían invictos y con buenas sensaciones en pretemporada, pero no entraron los tiros ni hubo oposición. Mirotic fue el siguiente en despertar.

Así mantuvo el buen colchón el Barça, bajo los mandos de un Higgins que enseñó esa marcha más de los catalanes o un Jokubaitis que tiene gasolina para pelear su sitio. El despliegue físico de ayudas y la fluidez en ataque fue también de tener algo más que un Valencia que se rindió pronto.