El sindicato CGT ha solicitado este lunes que la muerte de María Yolanda Hernando, técnico en cuidados auxiliares de enfermería del Hospital Fuente Bermeja -primer deceso de personal sanitario a consecuencia de la COVID-19 en la provincia-, sea reconocida a todos los efectos como accidente laboral, así como todas las bajas del personal del sector sanitario y sociosanitario contagiados de coronavirus a lo largo de estas semanas.

A través de un comunicado, CGT advierte de que los contagios de estos sectores se tramitan actualmente como contingencia común, con un código de enfermedad especial, para que la Seguridad Social lo traslade a la mutua a fin de que, a efectos económicos, conste como contingencia profesional, sin que compute como accidente de trabajo. Sin embargo, ante el número de profesionales sanitarios y sociosanitarios contagiados, el sindicato entiende que urge establecer un procedimiento especial en estos sectores para determinar de oficio la contingencia profesional salvo prueba de lo contrario, y es necesario este mismo reconocimiento para los casos en los que se ha producido el fallecimiento del trabajador, como en el caso de Hernando, a fin de reconocer las prestaciones correspondientes a los familiares supervivientes.

Expresamente, la CGT pone a disposición de los familiares de Hernando sus Servicios Jurídicos para reclamar el reconociminto como accidente de trabajo de su fallecimiento.

Ya van 7 fallecidos. En la misma línea, el sindicato SAE lamenta que el fallecimiento de la técnico de Burgos se suma al de otra profesional de TCAE en Algeciras, lo que eleva ya a siete el número de víctimas del colectivo en toda España.

SAE recuerda que los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería son quienes más cerca están del paciente, pues entre sus múltiples funciones se encuentran, por ejemplo, la realización de la higiene, los cambios posturales, la toma de constantes vitales o la administración de medicación oral, rectal y tópica, además de la nutrición enteral y nasogástrica. Esta cercanía, sin la protección adecuada, les expone a un alto riesgo de contagio.

Por ello, el sindicato insiste en su exigencia de los recursos materiales y humanos adecuados para garantizar la seguridad de todos los profesionales sanitarios que están en primera línea de actuación. "Sin las herramientas idóneas es muy difícil evitar contagios y su propagación, pero, además, exigimos la realización de la prueba PCR a todos los profesionales, hayan estado o no en contacto con pacientes positivos, pues es la única manera de poder atajar de forma contundente y eficaz la propagación", defiende SAE.

El número de profesionales sanitarios contagiados por la COVID-19 en nuestro país asciende a más de 37.900, según cifras oficiales.