Este jueves arrancó de manera oficial el periodo de negociación del proceso de despido colectivo que Unicaja Banco planteó hace semanas. La entidad, que este mismo 2021 ha absorbido los activos de Liberbank, prevé la salida de 1.513 empleados, de los que 1.005 pertenecen a la red de oficinas y 508 a servicios centrales.
En la provincia de Burgos, según fuentes sindicales consultadas por este periódico, serán 24 trabajadores los que pierdan su puesto de continuar con la propuesta inicial. Esta cifra supone más del 70% de la plantilla actual de la compañía, fijada en 33 personas. Además, Unicaja también ha puesto sobre la mesa el cierre de casi 400 oficinas, de las que tres radican en Burgos (4 en total junto al despacho de Roa). Es seguro que echará el cierre este último punto de atención que da servicio a los vecinos y a la comarca, mientras que la sombra ronda la oficina de Miranda.
Los objetivos que alega la entidad para poner en marcha este ERE son reducir costes y mejorar su eficiencia, según fuentes sindicales presentes en la negociación, por la caída de los márgenes del negocio tras el descenso de los tipos de interés. Por comunidades, el 36,4% de los cierres de concentra en Castilla La Mancha, el 20,2% en Castilla y León, el 19,7% en Extremadura, el 9,1% en Andalucía, el 7,3% en Asturias y el 7% en Cantabria.
Dirección y sindicatos han fijado un calendario con siete encuentros hasta diciembre para tratar de tener cerrado el expediente antes de 2022. Desde las filas sindicales ya han advertido su disconformidad y se están planteando iniciar movilizaciones, paros e incluso la convocatoria de una huelga.