El próximo 31 de diciembre el histórico hospital burgalés de San Juan de Dios cierra sus puertas. Un desacuerdo con la Junta en las condiciones económicas que sostienen desde hace años su relación ha propiciado que la orden religiosa anunciara un expediente de regulación de empleo para sus trabajadores.

Fuentes del centro explicaron a Diario de Burgos que el déficit anual que sufre es muy importante y que como Sacyl se ha negado a actualizar el convenio que se mantenía hasta ahora, la situación no es sostenible: "Nuestra mayor preocupación son los trabajadores y, por supuesto, los pacientes, sobre todo los de cuidados paliativos, ya que es el único centro que los presta", dijeron fuentes de la entidad.

El comité de empresa ha expresado su malestar por la decisión, pide a los religiosos que intenten un acuerdo con el Gobierno regional y que si no es así se promueva una salida de los trabajadores en las mejores condiciones posibles, ya que ellos han sido "quienes han sostenido el hospital y la atención a los pacientes durante todo este tiempo con una profesionalidad impecable". La plantilla ronda el centenar de profesionales. 

El centro, por su parte, ha remitido un comunicado explicando que si Sacyl no cubre sus pérdidas anuales, que eleva a un millón de euros, iniciará los "trámites necesarios para la presentación y negociación de un expediente de despido colectivo", algo que la Gerencia ya ha avanzado a los trabajadores. "No hay plan b", aseguran que han advertido los gestores del Hospital a los representantes sindicales.