Tan cerca y a la vez tan lejos. Las semifinales de la Liga Endesa están a un solo paso para el San Pablo. No depende de sí mismo, pero no necesita una carambola descabellada para clasificarse. Si es capaz de ganar hoy (15.30 horas/MD) al MoraBanc Andorra y el Valencia Basket cumple justo después ante al Gran Canaria, haría historia pasando como segundo del Grupo B. 

El objetivo del equipo burgalés era llegar a la última jornada con vida y lo ha conseguido con un juego valiente y siendo una de las sensaciones del torneo. Es más, si la fortuna le hubiese acompañado un poco en los últimos partidos, ahora estaría como líder en solitario del grupo por delante del Real Madrid y del Valencia. 

Sin tiempo para lamentarse por las oportunidades perdidas, los burgaleses llegan al encuentro más trascendental de su historia con la motivación de hacer algo grande. Tienen una ciudad detrás y los jugadores lo saben. A su favor, cuentan con esa ilusión y esa falta de presión del que no debería estar ahí y, en contra, tiene el cansancio acumulado de cinco partidos -uno de ellos con prórroga- en apenas 10 días.  Una batalla entre el cuerpo y la mente que será vital para rendir ante el Andorra.

Para este duelo, Barrera continuará siendo baja una jornada más por sus molestias en la espalda. Será la única ausencia en la expedición, ya que Aguilar demostró frente al Valencia que está recuperado de su esguince de tobillo. El granadino está rindiendo por encima de lo esperado y se está ganando la renovación. No es el único que está brillando, prácticamente todos los azulones se han revalorizado. Salvó, Apic, Fitipaldo, Rivero... toda la plantilla se está sumando a la causa en este atípico final de temporada.
(La previa completa y más información sobre el partido de esta tarde, en la edición impresa de Diario de Burgos de este viernes)