20 años en el infierno son demasiados

CARMELO PALACIOS
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Varios peñistas del Burgos CF recuerdan cómo han vivido estas dos últimas décadas, desde el gol dePendín hasta la temporada actual pasando por el intento de ascenso en Sevilla

Imagen del fondo sur de El Plantío durante el choque ante el Celta B. - Foto: Alberto Rodrigo

Por mucho que diga Gardel, 20 años son demasiados cuando los pasas en el infierno. Desde que Dani Pendín hiciera enloquecer El Plantío con aquel mítico gol del ascenso a Segunda, la afición del Burgos CF ha vivido todo tipo de penurias. Descendió de forma administrativa a Segunda B, se llevó un palo en Sevilla, bajó a Tercera, regresó con proyectos que siempre quedaban en nada, lloró en Boiro y sufrió en Linares. Durante todas esas agonías siempre ha estado ahí. Ajena a las desilusiones y al frío. Incondicional.  Incansable. Pasional. Hoy, 20 años después de aquel mítico tanto del argentino, la hinchada blanquinegra ve cómo un rayo de esperanza ilumina de nuevo las orillas del Arlanzón y se va a agarrar a él una vez más, confiada en que esta vez sí, en que este es el año.

«¡Cómo no voy a bajar a Extremadura! Me iría hasta Holanda si fuera necesario», exclama Iván, fundador de la peña Soy Campeador. Él será uno de los cerca de 700 aficionados que acompañen al Burgos CF en Don Benito. Su padre le llevó a El Plantío por primera vez cuando tenía dos años y lo ha vivido todo. La época de gloria del Real Burgos, su caída y todos los vaivenes del Burgos CF. «Son muchos años de penurias. He estado al lado del equipo durante toda mi vida: en Boiro, Linares, Elche, Sabadell, Sevilla... No me lo podía perder», explica.

Iván, que tiene el escudo del equipo tatuado en su pierna, reconoce que han sido años duros y entiende que algunos aficionados se hayan cansado, pero avisa de que la masa social que hay detrás sigue siendo importantísima: «Aquí hay ganas de fútbol. Si llega a la final y nos dan 2.500 entradas, ten por seguro que se van a agotar».

También Víctor, miembro de La Hinchada del Arlanzón, estará en las gradas del estadio de Don Benito. Al igual que Iván, lleva como socio del Burgos CF desde muy pequeño y recuerda con nostalgia los tiempos de gloria: «Se ve muy lejos aquel ascenso. El gol de Pendín fue muy especial. Tenía 14 años y fue una locura».

Aquella tarde vivió la cara alegre del fútbol, pero años después le tocó sufrir la parte amarga en Sevilla. «Te vas nueve horas en autobús y te vuelves con tristeza, pero al menos tienes la sensación de haberlo intentado», cuenta.

Pablo, de La Perla Blanquinegra, no estuvo en el campo en aquel play off de ascenso de hace 14 años ante el Sevilla, pero lo recuerda perfectamente:  «Estaba en la Plaza Mayor de Burgos porque pusieron una pantalla gigante. Recuerdo que estábamos allí no sé cuantas mil personas y perdieron la conexión en el tiempo extra porque solo tenían los derechos de los 90 minutos. No sabíamos lo que estaba pasando y al final nos enteramos por la radio».

Esta vez tampoco podrá ir a Badajoz, pero lo seguirá con nerviosismo desde Burgos en busca de una alegría que les saque de las miserias de los últimos 20 años (...).

(Reportaje completo, en la edición impresa de Diario de Burgos de este sábado o aquí)