Nueva generación de artistas feroces

L.M.
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El perro de la raza lobo de los Cárpatos Odín, criado desde pequeño por el burgalés Luis Miguel Ramos y que ha aparecido en numerosas series de TV, tiene desde enero dos nuevos descendientes con tantas ganas de protagonismo como el cabeza de familia

Nueva generación de artistas feroces - Foto: Alberto Rodrigo

Dentro del mundo del espectáculo, en cualquiera de sus casi infinitas modalidades, son multitud las sagas familiares que han triunfado y se han hecho un hueco, bien por el empuje de los progenitores o por el talento innato de sus descendientes, que han sabido canalizar los genes y explotarlos al máximo en la faceta en la que anteriormente dominaron sus padres. Véase por ejemplo la estirpe de los Iglesias; el padre, Julio, es mundialmente conocido, y uno de sus hijos, Enrique, triunfa allá por donde va con sus canciones, que aunque muy distantes en el estilo, siguen rompiendo corazones. En el mundo del cine es imperdonable no acordarse de Félix Ángel Sancho Gracia, popularmente conocido por sus dos apellidos, y al que ha tomado relevo su hijo Rodolfo. En el ámbito de las artes circenses destaca una familia por encima de todas, la Aragón, con cerca de cinco generaciones de profesionales.

A todas ellas se suma desde hace un par de meses otra un tanto peculiar, pero que a buen seguro copará numerosas portadas y despertará el interés de mayores y pequeños. El lacero burgalés Luis Miguel Ramos tiene tres nuevos cachorros que se suman a los otros dos lobos de los Cárpatos con los que viene trabajando y dando exhibiciones y clases de concienciación sobre animales por toda España. Todas ellas, porque son chicas, son descendientes de Odín, el cabeza de esta familia un tanto peculiar, originaria de Centroeuropa. Su raza es un cruce entre lobos y pastores alemanes del ejército de la antigua Checoslovaquia, un cruce que sirvió para mejorar la especie y permitir que no murieran de frío durante los duros inviernos de trabajo. "Allí quedan huérfanos, y en vez de matarlos se distribuyen a quienes cumplan con todos los requisitos, similares a los de adoptar un niño", asegura Ramos.

Hace siete años y medio que el ‘abuelo’ llegó a Castañares, y un tiempo después nació Isis, su hija, fruto del emparejamiento con otra loba que vino a Sevilla a la vez que Odín. Antes de eso, el lobo de los Cárpatos fue adiestrado por el lacero burgalés para participar en anuncios, series de televisión o hasta en videoclips de David Bisbal. "Lo primero que te preguntan, por desgracia, es que si sabe hacerse el muerto porque se le relaciona con el malo", confiesa Ramos, que recuerda el hueco que tuvo en el rodaje de El secreto de Puente Viejo. En esta producción tuvo un papel protagonista, ya que primero fue rescatado por uno de los actores de la serie tras quedarse atrapado en un cebo y posteriormente ayudó al humano, de nombre Marcial, a sobrevivir en el monte. "La crisis nos está tocando a todos y ahora te ofrecen mucho menos que antaño. No es cuestión de rebajarnos", lamenta Ramos.

El futuro ya está aquí. Cantaba el grupo Radio Futura, y uno ya lo puede comprobar. Lupe, Supra y Ela son las tres nuevas integrantes de la familia, y esta última tiene una gran historia detrás de sus infinitas ganas de morder todo lo que pilla y de gruñir y aullar con cada movimiento raro que observa. Fruto del cruce entre Isis (hija de Odín) y otro lobo en cautividad propiedad de un zaragozano, nació muerta. Como lo lee. Muerta. No obstante, tuvo más suerte que otro de sus cinco hermanos, al que nada se pudo hacer para salvar. El equipo de Luis Miguel Ramos, al comprobar que Ela no tenía el cuerpo rígido -señal del fallecimiento completo- decidió tratar de reanimarla mediante masajes en el pecho y calor. Tres horas después lograron traerla de vuelta.

Pese a ello, conservará toda la vida una marca de tal angustioso trámite; las puntas de las patas ya las tenía necrosadas, es decir, las células vivas habían dejado de funcionar, por lo que no tiene la última falange. Su nombre -Ela- no está puesto al azar, sino que es el de la diosa nórdica de los difuntos.

Sus otras dos compañeras cachorras -no de sangre, ya que Lupe y Supra son hijas del cruce de Odín con la loba sevillana, por lo tanto hermanas de Isis pese a la diferencia de edad- ya han hecho sus primeros pinitos en el mundo del espectáculo, y el sábado pasado participaron en un taller dentro de los homenajes que se estaban programando con motivo del aniversario del nacimiento y muerte del naturalista burgalés Félix Rodríguez de la Fuente (antes de ser cancelados por el coronavirus). "Con cuatro meses Isis ya estaba adiestrada para buscar trufas. Si ya de por sí los eventos de este tipo con perros son espectaculares, si le sumas que es un lobo y cachorro la gente flipa en colores", recuerda Ramos.

Con las tres pequeñas, de momento, van a empezar con citas de sensibilización, ayudado por Alicia de la Iglesia, bióloga. "Divulgamos qué son, cómo son, cómo viven, por qué tienen lo que tienen y qué hacen. No nos queremos meter en políticas ni temas sociales, éticos y sociales", indica el lacero, cuyo objetivo es tratar de desmitificar, especialmente a los más pequeños de la casa, esa idea de que "el lobo se come niños por la noche, u ovejas".