La llamada del ahorro

H.J.
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El Ayuntamiento de Burgos gasta en teléfono la mitad que hace diez años y el reto para próximas licitaciones será la incorporación de tecnologías como el 5G

El contrato actual data de febrero de 2019 - Foto: Luis López Araico

En el lejano año de 2011, el Ayuntamiento de Burgos anunciaba un plan para controlar su gasto en telefonía, que no solo permitiría saber el uso que cada empleado hace de las llamadas salientes y entrantes sino, sobre todo, controlar el gasto general que por aquel entonces se consideraba excesivo.

La factura anual en aquel momento era de 625.000 euros, lo que ya había supuesto un ahorro respecto a los 700.000 que se pagaba en la década anterior. Ahora, como resultado de la última licitación llevada a cabo hace dos años, el coste asciende a 278.300. El Consistorio, por tanto, ha logrado reducir a menos de la mitad lo que paga por sus comunicaciones telefónicas.

El concejal de Modernización Administrativa, Miguel Balbás, explica que actuaciones como la unificación de contratos de fijo y móvil, tarifas más baratas para las llamadas metropolitanas y de larga distancia, así como la aplicación de sistemas corporativos para que las llamadas entre números municipales no tengan coste han contribuido a esta reducción, lograda poco antes del inicio de la actual legislatura.

"Y todo ello", subrayan desde la Casa Consistorial, "con un número de servicios, edificios e instalaciones muy superior a los que había en aquella fecha" de hace diez años, cuando se anunciaba la pretensión municipal de llevar a cabo un ahorro.

El contrato actual de telefonía está en vigor desde el 14 de febrero de 2019, tiene una duración de 3 años con la posibilidad de otros dos de prórroga. El adjudicatario es una UTE formada por dos empresas de Telefónica, y agrupa todas las dependencias municipales además de unos 90 móviles corporativos.

De cara al futuro, la pretensión de Balbás es que las futuras licitaciones no solo incluyan el mantenimiento de los equipos, como sucede actualmente, sino también su reposición, a la vista de que cualquier componente tecnológico está sometido a una rápida obsolescencia y cada vez tienen menos vida útil, pues los avances cada vez son más rápidos.

Además, añade que "la parte electrónica de la red se quedará obsoleta y habrá que incluir algún cambio para que los componentes electrónicos los reponga la empresa" en los nuevos contratos.

Igualmente deberían incorporarse novedades como la red 5G, que implicará conexiones de altísima velocidad. "Esto conllevará modificaciones y tendremos que tenerlo en cuenta a la hora de las infraestructuras tecnológicas e intentar anticiparnos", apunta Balbás, porque dentro de muy poco, bromea quizás haya que ir pensando en un 6G.

Dependencias sin fibra. La inmensa mayoría de las dependencias del Ayuntamiento están conectadas entre sí mediante fibra óptica o algún otro sistema de conexión de alta velocidad, aunque quedan sin modernizar unas pocas, consideradas como poco relevantes por su escaso nivel de usuario, que faltan por unirse al entramado. Son los casos de los centros médicos de Villafría y Villatoro, así como el centro cultural del barrio de Cortes. "Se trata de edificios pequeños y de uso muy minoritario", recalca Balbás. Todos ellos están en el distrito periférico, tradicionalmente el menos mimado por el Ayuntamiento.