Los vertidos incontrolados al río son uno de los grandes problemas medioambientales de la ciudad. En los últimos ejercicios el Ayuntamiento ha invertido una importante suma en conectar a la red de saneamiento las pedanías de Orón e Ircio pero aún queda muchos puntos en los que las aguas residuales van a parar directamente al Ebro o sus afluentes sin pasar por la depuradora.
Por este motivo, Izquierda Unida ha decidido poner el tema en manos de la Fiscalía para exigirla adopción de medidas urgentes. La formación ha contabilizado 43 lugares en los que se vierte directamente a los ríos. «Los más preocupantes son los que mezclan aguas residuales y pluviales, porque los aliviaderos no tienen filtro así que plásticos y sustancias químicas van a parar a las cuencas sin ningún control», afirma Guillermo Ubieto.
IU justifica su intención de acudir a los tribunales en que el equipo de gobierno «no concede a este asunto la importancia que merece». Para respaldar su argumento, Ubieto destaca las escasas actuaciones que se han llevado a cabo para minimizar este daño ecológico pese a los constantes requerimiento de la oposición, y en la existencia de informes técnicos que hace cinco años ya alertaban sobre la gravedad de la proliferación de los puntos de vertido incontrolado.
Concretamente alude a un escrito de un ingeniero municipal de Obras Públicas, que manifestaba en marzo de 2016 su inquietud por la posibilidad de que se estuviesen contaminando las aguas del subsuelo tras constatar la existencia de núcleos residenciales que no estaban conectados al saneamiento público.
Además de remitir la denuncia a Fiscalía, IU elevará los hechos también a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), entidad encargada de velar por la calidad del río. De los 43 puntos de vertido incontrolado, 22 acaban directamente en el Ebro mientras que el resto lo hace en otros afluentes.
Sensibilización. A lo largo de las próximas semanas, IU llevará a cabo diferentes acciones para llamar la atención sobre diversas problemáticas medioambientales. En la lista de asignaturas pendientes para lograr una ciudad más sostenible, enumeran el desarrollo de un plan de movilidad, la mejora de la calidad del aire, la promoción de medios de transporte alternativos al coche o impulsar la eficiencia energética.
Además, la formación apunta directamente al sistema de reciclaje. «Está totalmente trasnochado», afirma con rotundidad Ubieto. Recientemente se aprobó una moción para implantar el modelo de devolución y retorno que funciona con éxito en varios países europeos, pero de momento se ha quedado en una declaración de intenciones. «Nos preocupa que por ejemplo las charlas de sensibilización en los colegios las den Ecoembes o Ecovidrio, que precisamente son consorcios formados por las empresas que se lucran con el plástico», afirma.