San Pablo afrontaba sin nada en juego el envite ante Gran Canaria pero eso pareció no notarse en la cancha del Coliseum. Los dos conjuntos salieron fieles a su filosofía. Ataques rápidos y muchos puntos ante unas defensas no demasiado intensas. Con esas premisas, la igualdad fue máxima durante la primera mitad, llegándose al descanso con empate a 43. En el tercer cuarto, los canarios tuvieron el primer conato de romper el encuentro con una ventaja de ocho puntos, recortada a uno por los burgaleses. En el último periodo, el conjunto de Luis Casimiro abrió una brecha de doce puntos que pudo ser definitiva. Sin embargo, volvió a aparecer la casta burgalesa, que redujo la renta a cuatro a falta de poco más de un minuto, pero un triple de Pablo Aguilar sentenció el triunfo visitante.