Paralizan el expediente de la macrogranja de cerdos de Llano

S.F.L.
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La Plataforma 'Granja No' presentó en agosto 215 alegaciones a la Junta para impedir que el proyecto se llevase a cabo pero aún no ha recibido respuesta

Miembros de ‘Granja No’ en la puerta de la Delegación Territorial de la Junta antes de entregar las alegaciones. - Foto: Valdivielso

Diez meses han pasado desde que los miembros de la Plataforma ‘Granja No’ de Llano de Bureba entregara en la Delegación Territorial de la Junta 215 alegaciones en contra de la construcción de una macrogranja de cerdas en la localidad y todavía no han recibido respuesta. «Seguimos igual, nos llevan prometiendo desde noviembre que el expediente se llevaría a comisión, pero todavía no lo han hecho. Lo que sí nos han confirmado desde la administración es que se encuentra parado porque presentaba algún fallo urbanístico», afirma el presidente de la asociación David Martínez.

La construcción de esta explotación porcina a escasos quinientos metros del casco urbano de Llano de Bureba ya generó el rechazo de los vecinos así como la preocupación en otras localidades próximas. Su principal miedo radica en que no se trata de una granja en el sentido tradicional, habituales en el medio rural, sino de un modelo de producción industrial con destino a grandes empresas para la exportación de la carne. El gran tamaño de la misma con el presumible impacto medioambiental y en la de calidad de vida de los residentes en la zona hace que más muchos de los ciudadanos se  opongan al proyecto.

Baudilio Fernández-Mardomingo, delegado territorial de la Junta, declara que «el proyecto permanece paralizado desde hace varios meses porque presentaba varios errores  urbanísticos, por ello ha sido imposible llevarlo a comisión. Eso implica que las alegaciones que se presentaron no han llegado a estudiarse». El pasado mes de noviembre, tres miembros de la Plataforma se reunieron con Fernández-Mardomingo y con su técnico asesor, Rosario Real, con la finalidad de informar de las acciones realizadas por la Asociación desde que tuvo conocimiento en el Bocyl de la implantación de la granja para 2.685 cerdas y sus lechones de hasta 20 kilos. 

En ese momento, el político prometió que recibirían noticias en diciembre, pero cinco meses después, la situación sigue sin resolverse. «No puedo aclarar si habrá una disposición final sobre la viabilidad o no de la granja. Al no solventar los problemas presentados en el proyecto, queda paralizado. Otra opción es que se entregue uno nuevo. Entonces comenzarían de nuevo todos los trámites», manifiesta el delegado territorial.

Las acciones que se han tomado hasta el momento se han basado principalmente en varias reuniones informativas sobre los «inconvenientes, molestias, daños medioambientales y pocos beneficios» que proporcionará la implantación. También se ha llevado a cabo una toma de firmas personalizadas contrarias a la explotación porcina, una recogida de firmas y varias concentraciones. No tenemos más remedio que esperar a que nos notifiquen, sentencia el presidente de ‘Granja No’.Por su parte, el delegado confirma que «conoce y comprende» los alegatos y que por parte de la Junta existe un «compromiso de calidad, salubridad y un excesivo celo a la hora de dar autorizaciones a dichas instalaciones». La institución está muy pendiente de que se cumplan todas las normativas y disposiciones.