Nueve conductores dieron positivo por alcoholemia o drogas el pasado fin de semana en las cerca de 900 pruebas realizadas por la Guardia Civil en las carreteras de la provincia.

El Subsector de Tráfico de Burgos realizado entre las cinco de la tarde del viernes y las seis de esta mañana un total de 867 pruebas de alcoholemia en la provincia, de las que cinco resultaron positivas; todas se saldaron con denuncias administrativas, por lo que no se contabilizó ningún delito.

Durante el mismo periodo de tiempo, 14 conductores han realizado la prueba de drogas y estupefacientes, resultando cuatro casos positivos, por los que se tramitaron los correspondientes boletines de denuncia por infracción al Reglamento General de Circulación.

El total de pruebas fueron realizadas en controles dispuestos en orden a la prevención de la seguridad vial.

La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas, advierte la Guardia Civil, influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.

Estas conductas al volante, recuerdan desde el Instituto Armado, pueden conllevar administrativamente hasta mil euros de sanción y penalmente podrán ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.