Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Compensación y abuso

10/11/2021

La covid-19, además de otras muchas cosas, ha traído numerosos cambios en nuestros hábitos. Uno de ellos es la preferencia general por los espacios abiertos que mantenemos aunque caigan chuzos de punta. Así, recibimos de buen grado la normativa municipal que permite a los establecimientos de hostelería la ampliación y climatización de sus terrazas, también porque entendimos que era justo compensar de alguna manera a uno de los sectores que más ha visto afectado por los cierres y reducciones de aforo decretadas por las autoridades con el fin de controlar la pandemia.

A día de hoy, la situación es diferente, porque la desescalada se encuentra en una fase avanzada y porque han mejorado notablemente las condiciones en las que bares y restaurantes, con aforos completos, pueden trabajar. Por eso es necesario que se revise la normativa que, de forma temporal y excepcional, aprobó el Ayuntamiento en materia de ampliación de veladores especialmente porque hay un notable número de establecimientos que han aprovechado la ocasión para hacer abuso de ella.

Hace unos días, vecinos de Reyes Católicos y Avenida de Cantabria pedían reunirse con el alcalde para denunciar la situación de saturación que sufre esta zona donde las mesas de los bares inundan la calzada dificultando el paso de los peatones.

No es este el único lugar donde sucede ni el único problema que esta ampliación descontrolada, en muchos casos, está generando. Lo cierto es que, ante la falta de vigilancia de la policía local, son numerosas las terrazas que hacen caso omiso de las normas que recoge el decreto de alcaldía, como la separación entre mesas, la franja de aireación superior o el anclaje ocasionando desperfectos en el pavimento, entre otros detalles. Son muchas las calles y plazas invadidas por sillas y mesas que dificultan el tránsito de los ciudadanos y que incluso lo impiden en caso de ir con un carrito de bebé o en silla de ruedas y que ponen muchos obstáculos a los invidentes, discapacitados y servicios de emergencia; por no hablar del ruido y las molestias que generan.

Hay quien opina que este modelo ha venido para quedarse, de momento parece que hasta diciembre de 2022, en cualquier caso esperemos que sea en unas condiciones más controladas y menos molestas para todos.