El Hereda San Pablo disputará hoy (20.45 horas/MD) su primer partido como campeón de Europa en el Príncipe Felipe de Zaragoza. Sí, ha leído bien, como campeón de Europa. Después de la proeza conseguida en la Final Eight de Atenas, le toca volver a la rutina de la Liga Endesa y ponerse el mono de trabajo para superar el cansancio acumulado y a un adversario que llega al choque mermado por las bajas.

La inercia positiva y la moral desbordada son los argumentos de los burgaleses para no acusar la acumulación de encuentros. El de hoy en tierras mañas será el sexto que disputan en los últimos 14 días y la cosa no queda ahí porque el domingo volverán a tener otro exigente compromiso con la visita del Baskonia al Coliseum. De locos.

Ese amontonamiento de minutos en las piernas de los jugadores es un aspecto que puede acabar pagando el San Pablo, aunque cuando se gana todo se ve con mejor cara. Además, Goran Huskic regresará a la convocatoria en el lugar de Kareem Queeley y es posible que Peñarroya le dé algo de tiempo en pista para no saturar al resto de sus hombres.

La fatiga es un factor que también puede pasar factura al Zaragoza, ya que disputó los mismos partidos que los castellanos en la Final Eight de Atenas, al jugar el partido por el tercer y cuarto puesto. Sin embargo, no es el cansancio lo que más preocupa a su entrenador, Diego Ocampo, sino las numerosas ausencias que acumula. Rasheed Sulaimon es baja casi segura tras lesionarse en el duelo contra el AEK y  Tryggvi Hlinason será duda hasta última por un esguince que sufrió frente al Dijon. Les ha salido cara la Final Eight a los maños.

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este jueves)