María Jesús Jabato

Señales de vida

María Jesús Jabato


Ángeles

06/09/2021

Se ha instalado en la Plaza de Santa María la escultura monumental en bronce de Jorge Martín titulada Alas de México. Por su carácter lúdico, la obra invita a fotografiarse ante ella haciendo de la Catedral un incomparable photocall, y de los ciudadanos, modernos Ícaros que, como el infeliz muchacho del mito griego, se disponen a emprender el vuelo, aunque a diferencia de él tienen la certeza de que no llegarán a Sicilia ni a ninguna parte. Tal vez sería mejor decir que quien se fotografía con las alas juega a ser ángel, un ángel travieso que ha conseguido sin esfuerzo el distintivo sobrenatural sin el cual no concebimos a serafines y querubines.

Burgos es una ciudad angelical; no en vano está protegida por el fornido ángel que revestido de pétrea armadura vigila desde el Arco de Santa María, y no debe haber burgalés que se precie de tal que no haya visto y admirado la escultura del ángel custodio, de Rodrigo y Martín de la Haya, que se encuentra en el retablo mayor de la Catedral, un hermoso joven de rizados cabellos rubios y mejillas encendidas por el rubor de la policromía, que sostiene en su mano izquierda la maqueta de Burgos amurallado y en la derecha, la empuñadura de lo que en su momento fue una espada y ha quebrado el tiempo.

Esta protección angelical nos da confianza y nos hace arrostrar el curso que empieza con cierto optimismo, pese a los constantes esfuerzos que hacen los mandamases locales por desmadejar la ciudad con su media cabeza y gobernarla con la deplorable descortesía que es norma en los plenos municipales.

Pero dejemos estas enojosas cuestiones para próximas semanas, para cuando nos hayamos zambullido en las siempre inquietantes aguas de septiembre, y vayamos ahora a fotografiarnos con las alas doradas de Jorge Martín para soñar, aunque sea por el breve instante de un flash, que somos ángeles, y frecuentamos cigüeñas, y volamos sobre campanarios de bronce y viento, y alcanzamos las alturas, la gloria, la luz, la paz. 
mariajesusjabato@mariajesusjabato.com