El Centro de Protección Animal es uno de los objetivos delAyuntamiento de Miranda todavía pendientes en este ejercicio. En la nueva instalación se invertirán más de 440.000 euros, cantidad que se consigue con la partida incluida en las cuentas de 2019 y otra de 160.000 euros que se ha reservado en el borrador para 2020. El proyecto contempla intervenir en una superficie amplia, de casi 3.000 metros cuadrados, con unas dependencias en la que se podrá albergar por lo menos a 20 perros y 32 gatos. Esta es una de las principales novedades sobre la nueva dotación municipal, ya que la recogida de felinos era uno de los déficits de la anterior perrera, que se subsanará ahora.
Las empresas que quieran optar a esta contrato tienen de plazo hasta el 15 de noviembre para presentar las ofertas. Los trabajos de construcción se prolongarán durante quince meses. Esto hará que la nueva gestión, que se ha firmado por 120.000 euros anuales, se iniciará en las actuales instalaciones que, según la propia alcaldesa, Aitana Hernando, tienen «un estado de antigüedad» que hace imprescindible su renovación.

El cambio no solo se sentirá en cuanto a las mejoras constructivas, sino que el nuevo centro de protección animal también evolucionará en lo que se refiere a su filosofía, puesto que dejará de ser únicamente un lugar en el que recoger a las mascotas abandonados. De esta manera, el nuevo espacio nace con una vocación de un «centro de larga estancia», apunta Hernando, en el que poder mantener en las mejores condiciones a los animales.
Además, se construirá un aula en la que se promocionará la protección de los animales, para que el centro se convierta en «un complejo de referencia en el que la población de Miranda pueda acudir a compartir espacios con animales domésticos en el caso de que en su domicilio no pueda tenerlo», resaltó Hernando.

En este nuevo espacio, y con los tres trabajadores que se espera que formen su plantilla, también se dará formación relacionada con «las adquisiciones responsables de mascotas» y en la instalación también se prevé acoger a estudiantes de los centros escolares para «hacer charlas y actividades de concienciación», aclaró Hernando. Al margen del objetivo de sensibilización del mundo animal, se dará la posibilidad de recibir formación sobre el adiestramiento de los animales, puesto que se contará una zona destinada para ello.

La instalación se construirá en una parcela de Las Californias - Foto: Óscar Casado

Además de este área específica para corregir ciertos comportamientos de los perros, la distribución del nuevo espacio municipal constará de un centro de gestión administrativa, una consulta clínica con una sala quirúrgica, varias naves para gatos, un lugar para el esparcimiento y ejercicio de los animales y también tendrá un aparcamiento para vehículos.

Respecto al número de animales que se podrán acoger, el mínimo para perros y gatos puede ampliarse según «la compatibilidad de los ejemplares alojados», se apunta en el propio pliego. Para los animales que se reciban con algún problema, también se contará con un espacio para mantenerlos en cuarentena tanto a perros como a gatos. Ambas especies estarán separadas «evitando el estrés», resalta Hernando, puesto que este ha sido uno de los puntos de partida en la elaboración del proyecto.