"De nada sirven las camas de UCI si no somos responsables"

A.G.
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El microbiólogo y profesor de la UBU David Rodríguez Lázaro es miembro del equipo gestor del laboratorio que se ha puesto en marcha en plena pandemia para la realización de pruebas diagnósticas

David Rodríguez Lázaro (microbiólogo y profesor de la UBU). - Foto: Alberto Rodrigo

Forma parte del equipo gestor del laboratorio que se puso en marcha en plena pandemia para la realización de pruebas de diagnóstico de la covid-19 de la mano de un consorcio formado por la Universidad de Burgos, la de Valladolid, el CSIC y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, y que empezó a funcionar el 1 de abril, ante la petición de ayuda por parte de Sacyl. Como "una experiencia única a nivel nacional en la que se han aunado esfuerzos humanos y científicos entre diferentes instituciones para hacer frente a un problema de una enorme magnitud", define esta colaboración David Rodríguez Lázaro (Bilbao, 1973), licenciado en Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, doctor en Biotecnología y diplomado en Salud Pública, que es también director del área de Microbiología de la Universidad de Burgos.

Los microbiólogos forman un colectivo fundamental en la lucha contra la covid-19, aunque mucha gente no lo sepa. ¿Cuál es la labor que están desarrollando y por qué es tan importante?

Por un lado están los de los servicios de Microbiología de los hospitales, que están encargados durante la pandemia y siempre de establecer los diagnósticos, de ponerle el nombre a los microorganismos que están causando un proceso infeccioso y, por tanto, un problema de salud, y, en este caso, de realizar los test diagnósticos para la covid-19. Pero, además de esta parte asistencial, está la científica y académica que colabora estrechamente con estos y ahí están los que están en las universidades y otras instituciones cuya labor es investigadora, tanto básica como aplicada u orientada a la resolución de problemas, y en el caso de la covid-19 en particular tratamos de ayudar con diferentes actividades como propuestas sobre estudios epidemiológicos, de desarrollo de nuevas estrategias de detección rápidas e implementables in situ y también en Castilla y León, a petición de Sacyl, se está realizando también apoyo en la realización de las llamadas PCR.

David Rodríguez Lázaro, microbiólogo y profesor de la UBU.David Rodríguez Lázaro, microbiólogo y profesor de la UBU. - Foto: Alberto Rodrigo

¿Cómo ha sido la puesta en marcha del laboratorio en plena pandemia?

Como tal comenzó a funcionar el día 1 de abril. En ese momento y hasta el día 15 organizamos, vimos qué infraestructuras y equipamientos necesitábamos y con qué personal podíamos contar -hay entre 30 y 40 personas de forma voluntaria-, pusimos a punto los protocolos y conseguimos la capacitación por parte de la autoridad sanitaria, el Instituto de Salud Carlos III, y la homologación de las instalaciones por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Todo el equipo humano, y yo mismo en particular, llevamos años realizando PCR o implementando y aplicando técnicas de diagnóstico de diferentes microorganismos, con lo cual tenemos muchísima experiencia en ello. ¿Cómo ha sido? Terrible porque ha existido una enorme dificultad para disponer de kits y de cualquier cosa que te puedas imaginar y los productos que necesitábamos o no estaban disponibles o tardaban muchísimo en llegar. Para evitar el desabastecimiento de los hospitales, que han sido la pieza clave de la atención y del diagnóstico -nosotros hacemos un apoyo puntual que cesará una vez acabe la situación de alarma-, hemos tratado de adaptar diferentes tipos de kit en un tiempo récord y buscar diferentes estrategias para garantizar que no dejábamos de analizar muestras en ningún momento.

¿Por qué son personas voluntarias las que están realizando este trabajo?

Porque esto es una situación de alarma y de necesidad de ayuda. Si se hubiera planteado contratar personal yo mismo hubiera dicho que se hubiera hecho en los servicios de Microbiología de los hospitales. Aquí lo que hacemos es ayudar porque hemos tenido tiempo para hacerlo ya que la universidad ha estado cerrada y la investigación también; de hecho, acaba de arrancar y de una manera muy restrictiva. La gente trabaja, en función del número de muestras, uno o dos días a la semana.

¿Cómo han vivido desde ese laboratorio toda la presión que ha habido en los hospitales y en todo el sistema sanitario en general?

Tengo contacto con diferentes jefes de servicio de Microbiología y sé que ha sido muy complicado todo para ellos porque han tenido problemas de personal y de, sobre todo, disponibilidad de reactivos. Nosotros, la verdad, es que hemos vivido bastante al margen ya que somos un laboratorio de apoyo al que Sacyl enviaba muestras y hemos ido adaptándonos según sus necesidades.

¿De dónde proceden las muestras que ustedes analizan?

La selección y la logística corre por cuenta de Sacyl, que decidió que nosotros íbamos a realizar test fuera del ámbito asistencial hospitalario para centrarnos en pacientes sospechosos de Atención Primaria y de residencias geriátricas.

¿Tiene sentido hacer test masivos a toda la población española, como se ha demandado desde muchos ámbitos?

El test malo es el que no se hace y cuantos más se hagan, mejor. Lo que ocurre es que es inviable desde todo punto de vista y hay que tener en cuenta que lo que la PCR necesita es la presencia activa del virus en la muestra y un resultado negativo no excluye que te puedas contaminar posteriormente por un contacto con una persona infectada. Es muy interesante y en algunos países se ha hecho, llevar a cabo test para conocer la situación y aislar a los infectados pero esta acción tiene que ir acompañada de otras de salud pública como el aislamiento. Sería fantástico poder realizar test masivos pero hay que estar en la esfera de lo posible porque es inviable, no garantiza la posibilidad de infectarse a posteriori y daría una sensación de seguridad que haría que se relajaran las medidas higiénicas que se tienen que tomar para evitar contagios.

En Internet se venden test rápidos de coronavirus por 99 euros. ¿Cree que tienen alguna fiabilidad?

Pues habría que analizarlos uno por uno y ver qué metodología utilizan. A nivel general, los que dan un resultado rápido han dado muchos problemas y no tienen una fiabilidad extremadamente alta. Yo no aconsejaría a la gente que los comprara y menos a ese precio, honestamente.

¿Ya saben cómo se comporta el virus tras meses de enfrentarse a él?

Poco a poco vamos entendiendo que es un virus que tiene una morbilidad, una capacidad infectiva, más alta y particularmente está asociado a una característica epidemiológica que le diferencia del anterior SARS y es que está excretando previamente a que la persona presente sintomatología. Por eso en el primero era muy fácil aislar a los pacientes y evitar su propagación. En este caso, muchas veces ni siquiera presentan un proceso patológico visible. Además, se ha comprobado que hay una serie de receptores específicos que se encuentran en el sistema respiratorio por parte de la población que van a provocar en un momento dado una cascada de citoquinas muy fuerte que provocan una neumonía severa, muy grave.

¿Cuánto tiempo permanece en el organismo?

Aunque parezca mentira eso todavía no está del todo claro. Parece que está en torno a las dos semanas desde que aparecen los síntomas, pero hay pacientes en los que se ha encontrado el virus pasado ese tiempo.

¿Cuando se hacen las pruebas de diagnóstico se sabe si esa persona puede ser lo que llaman supercontagiadora?

No. Cuando haces una PCR lo que obtienes es la cantidad de virus, la carga vírica que tiene la muestra. Obviamente, cuanta mayor carga vírica exista, mayor capacidad hay para infectar. No se conoce todavía exactamente la dosis infectiva de este virus pero si tú excretas mayor cantidad, hay más posibilidad de que los virus sobrevivan más tiempo en la superficie o que una partícula vírica alcance a algún paciente receptor.

¿Cuántas veces le han preguntado en estos días sobre el murciélago del que supuestamente ha partido la pandemia?

Lo primero que hay que decir es que no tiene ningún sentido la idea conspiranoica que sostiene que el virus ha sido creado en un laboratorio para hundir la economía de los países occidentales. Se trata de un virus natural, de origen animal y casi con toda certeza procedente de un murciélago pero, como ocurrió con el anterior coronavirus del 2003 o con el del síndrome respiratorio de Oriente Medio, que apareció en 2012-13, se sabe que ha habido un intermediario que actuó de puente entre el murciélago y el ser humano. En el caso del SARS-CoV 1 ese intermediario fue la civeta y en el de Oriente Medio, distintos tipos de camélidos. En el coronavirus actual aún no se sabe a ciencia cierta cuál ha sido.

Su campo de interés es el de la seguridad alimentaria. ¿Cómo afecta este coronavirus a los alimentos?

Se trata de un virus respiratorio que se contagia por la liberación de gotitas que se posan sobre superficies que son tocadas por otras personas que se llevan las manos a la boca o a la nariz. También se puede excretar vías heces y de hecho en casi el 40% de los pacientes se ha observado que desarrollan diarrea. En un artículo recientemente publicado se habla de que el análisis de aguas residuales es un buen indicador de prevención de la infección y de la aparición de brotes. Teniendo en cuenta la ruta principal de excreción de los virus, una de las superficies en las que pueden caer es en los alimentos pero también hay que decir que las envolturas proteica y lípida que tiene son muy sensibles a cualquier desinfectante, es decir, que se puede eliminar muy fácilmente. Por eso hay que seguir las instrucciones de higiene normales y no volverse loco.

¿Le parecería oportuno hacer PCR en superficies o aguas fecales?

Sí, eso sería muy interesante. Sé que aquí hay alguna iniciativa en este sentido y que la Junta lo está valorando como estrategia.

¿Nos tiene que preocupar el contagio de animales domésticos?

No tenemos que descartar la posibilidad de que los animales puedan transmitir la enfermedad al ser humano. Lo que se ha demostrado hasta ahora es que ha habido casos de diferentes animales que han sido infectados por humanos (antropozoonosis) tanto gatos como perros y por eso no es descartable que pase al revés, de los animales a los hombres. Pero hay que ponerlo en el contexto de la epidemiología de la infección, aunque pueda darse y hay algún caso el mensaje que hay que transmitir es la relevancia que tendría, es decir, el número de caso, y esa es muy baja sobre todo teniendo un comportamiento higiénico correcto con las mascotas, es decir, evitando que nos laman y lavándose las manos tras tocar a una de ellas. No quiero que cale el mensaje de que los animales transmiten la enfermedad porque puede aumentar mucho el número de abandonos.

¿Qué riesgo hay de que el virus mute y deje de ser detectado por las PCR actuales?

Si ocurre no habría ningún tipo de problema porque es fácil reajustar los sistemas para diseñar nuevos kits. Y la posibilidad de que haya mutaciones que les hagan inservibles es muy baja.

¿Esperan que aparezca un SARS CoV-3?

Por supuesto, y un 4 y un 5. Lo que tenemos que tener en cuenta es que la aparición de nuevas enfermedades o de nuevos virus, generalmente de origen animal, está presente. Por eso hay que tener sensatez evitando el contacto directo entre diferentes especies animales entre sí y el ser humano. ¿Que va a haber nuevas pandemias de origen vírico, generalmente respiratorias? Ninguna duda. Y más pronto que tarde. Dentro de unos pocos años vamos a tener una nueva pandemia de gripe y un nuevo coronavirus que nos afecte.

¿Nos volverá a pillar con el pie cambiado?

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y soy poco optimista porque tuvimos advertencias con los anteriores virus y no reaccionamos. Como dice Adolfo García Sastre, si esto es una lucha contra las infecciones deberíamos tener un presupuesto similar al que se dedica a Defensa.

¿Por qué cree que falló la vigilancia epidemiológica si esa es una de sus funciones? ¿No debería haber alertado sobre un aumento de neumonías atípicas en los meses previos a que todo estallara?

Hay que ponerlo todo en su contexto y no lo digo en descargo de nadie porque yo mismo soy crítico con el doctor Simón. Hay que tener en cuenta algunos condicionantes como que pudo haber neumonías atípicas pero nos encontrábamos en un periodo de gripe y pudieron pasar desapercibidas. Como con las vacunas, solo nos acordamos de la epidemiología cuando no funciona pero no nos olvidemos de algunas cosas. ¿Por qué tardó la OMS en declarar la pandemia? Porque en las anteriores se gastó mucho dinero en vacunas y antivirales que no se usaron y hubo una fuerte crítica al respecto, con lo que les hizo ser muy conservadores. Luego, todo el mundo se basó en la evidencia previa de los virus anteriores que sí que dieron problemas a nivel internacional pero en entornos muy localizados. Se pensaba que con unas medidas normales de epidemiología que habían funcionado anteriormente sería suficiente.

¿Por qué dice que es crítico con la gestión de Fernando Simón?

Pues porque cuando se vio que en Francia, pero sobre todo en Italia, empezaba a haber casos no se actuó con toda la celeridad que se hubiera necesitado y porque ha dado mensajes cambiantes que a la ciudadanía le ha vuelto un poco loca: mascarilla, no; mascarilla, sí.

¿Esto no tiene que ver con que la ciencia es dinámica?

Sin duda, lo que sucede es que hay muchas cosas que se han establecido que no son meramente técnicas. En el caso de las mascarillas se sabía desde un principio que funcionaban y creo que no ha sido una cuestión técnica sino de disponibilidad.

¿Cree que volveremos a vivir una segunda ola epidémica?

Seguro.

¿Cuándo?

Pues seguramente cuando llegue el frío, como ha pasado otras veces en otras pandemias.

¿Será tan dura como esta?

No lo sabemos.

¿Se puede hacer algo para estar preparados?

Aprender de lo que ha pasado para mejorar la atención asistencial y tener disposición de EPI, de respiradores, de camas de pacientes críticos, capacidad diagnóstica dotando a los equipos de Microbiología para hacer análisis desde el primer día y aislamientos rápidos de personas sospechosas y confirmadas como positivas, etc. Y luego, que la gente esté concienciada y sea responsable porque de nada vale tener muchos test y muchísimos respiradores y muchas camas de UCI si individualmente no nos comportamos de una manera adecuada. El comportamiento humano es vital para evitar la transmisión: higiene de manos, distancia social y sentido común porque el virus sigue circulando y el número de casos es más alto que el que había en febrero. La normalidad llegará con la vacuna o con antivirales.

¿Y qué cree que llegará antes?

No lo sé, pienso que quizás la vacuna, y ojalá estos anuncios que están haciendo de que para el otoño estará disponible se acerquen a la realidad, aunque creo que tardará más.