Casi la mitad de colegios ha tenido un aula en cuarentena

B.G.R.
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Las clases cerradas desde el inicio de curso superan ya las 200 en 66 colegios y 3 institutos de la provincia y la capital. En esta última solo cinco se 'libran' por ahora del cierre de grupos

Este curso hay cerca de 3.000 unidades por los desdobles. - Foto: Patricia

El goteo de aulas confinadas desde que comenzara el curso escolar el pasado 9 de septiembre continúa. Un mes después de que se iniciaran las clases, tan solo se habían cerrado un 2% del total de clases, cifra que ahora llega al 7% al contabilizar desde entonces y hasta la fecha 216 de en torno a las 3.000 unidades de este ejercicio escolar, teniendo en cuenta que este número se ha incrementado por los desdobles. La Junta ha tomado esta medida en casi la mitad de los centros burgaleses que imparten estas etapas, lo cual no quiere decir que en el resto no se dieran positivos o haya alumnos que tuvieran que pasar la cuarentena o la estén pasando. Y es que, la mayoría de los cierres se han producido en los llamados grupos burbuja (segundo ciclo de Infantil y primero de Primaria), ya que en el resto de niveles se requiere de al menos tres positivos para que se considere brote y se adopte dicha decisión, según el protocolo de prevención.

Los datos recopilados a partir de los informes diarios que remite la Delegación Territorial del Gobierno regional, revelan que 66 colegios y tres institutos han tenido uno o varios grupos confinados en algún momento desde que arrancara el ejercicio escolar, lo que representa un 47,5% del total de las instalaciones educativas de la capital y la provincia (145). La evolución de la estadística muestra que la incidencia del virus por territorios ha tenido su repercusión en el ámbito docente, primero con más impacto en Miranda de Ebro y la Ribera, donde el 6 de noviembre se cerró el Colegio Rural Agrupado Siglo XXI, con cinco grupos mixtos, mientras que en las últimas semanas las medidas restrictivas se han notado más en la ciudad del Arlanzón.

Los únicos colegios de la capital que no han tenido que cerrar ningún aula hasta el momento son Venerables y los concertados Virgen de la Rosa, Jesús Reparador, María Madre-Politecnos y Aurelio Gómez Escolar. En el otro extremo y donde el número acumulado de clases en cuarentena ha sido mayor se encuentran el Liceo Castilla (Maristas)y Nuestra Señora de la Merced y San Francisco Javier (Jesuitas), ambos con sendos brotes que obligaron a confinar cursos enteros.

Del total de clases cerradas, 138 corresponden a la capital, incluidas las escuelas infantiles dependientes de la Junta y el centro de educación especial Fray Pedro Ponce de León, donde está afectado un grupo afectado esta misma semana. En estas cifras bajas también se encuentran el Alejandro Rodríguez Valcárcel, Ribera del Vena, Miguel Delibes o Francisco de Vitoria, con uno cada uno, mientras que el Juan de Vallejo suma cinco, seis el Padre Manjón, las mismas que el Santa María la Nueva y San José Artesano, y nueve el Fernando de Rojas. En lo que respecta a Secundaria, ha tenido una clase en cuarentena el instituto Comuneros, y otra de Bachillerato el López de Mendoza, al igual que el Diego Porcelos y la Visitación de Nuestra Señora. 

Lugares «seguros». El Fernando de Rojas es el centro público de Infantil y Primaria con más alumnos de Castilla y León. Su directora, Esther Peña, reconoce que el avance del virus en la capital se notó «hace unas semanas», después de una cierta tranquilidad en el inicio de curso, si bien considera que «no tenemos  una afectación directa importante» debido a que cuenta con 1.050 escolares, mientras que añade que cuando se detecta un positivo los resultados de las pruebas del resto de compañeros o docentes «están siendo negativos». Sí que reconoce que, al margen del confinamiento total de las clases burbuja, suelen ser más «habituales» las cuarentenas por protocolos del ámbito sanitario, que no del educativo, por contagios o contactos en los núcleos familiares.

Subraya que las aulas «son seguras» y, con los números en la mano,  sostiene que las instrucciones de prevención contra la covid-19 «están dando sus frutos», además de que incide en que tanto alumnos como familias «están dando un gran ejemplo». La responsable educativa alaba también el esfuerzo del profesorado y recuerda que al inicio del curso «costó arrancar». «Al final es una labor de equipo de toda la comunidad educativa», remarca, no sin destacar lo cambiante de la situación y el hecho de que «cada mañana es un mundo». 

La situación más complicada la vive el Liceo Castilla, con 25 aulas confinadas, 13 de las cuales son fruto de un brote que obligó a cerrar los cursos de Bachillerato y los de tercero y cuarto de la ESO. Su director, Jesús Javier Martín, confía en que mañana puedan regresar a las clases presenciales los 309 alumnos afectados tras pasar la cuarentena, que han arrojado 54 positivos.  «Hemos cumplido con todas las medidas desde el inicio del curso, pero hay un margen de circunstancias que no son controlables», asegura, al tiempo que cree que «de esta situación aprenderemos». Considera que lo ocurrido es una «proyección de lo que ha pasado en la ciudad», teniendo en cuenta que el centro tiene más de 1.300 estudiantes, y se muestra «satisfecho» de «cómo lo están haciendo la mayoría de los alumnos» y de la responsabilidad del profesorado.