«Casado solo tiene una última oportunidad como líder»

B.D.
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Tras dos años de investigación, Graciano Palomo publica un nuevo libro en el que revela los motivos que cambiaron la historia de la derecha en España. Una obra de 600 páginas en las que analiza la derrota de Rajoy y el ascenso de Casado

El periodista de Villanueva de Gumiel, con su nuevo libro. - Foto: JUAN LAZARO

Escrito como un thriller, el periodista burgalés Graciano Palomo descubre en su último libro la intrahistoria del cambio político histórico que se produce en España tras la llegada al poder de Pedro Sánchez y de Pablo Casado a la jefatura del PP.

La salida de Mariano Rajoy, primer presidente tumbado en una moción de censura, fue un sainete, sobre todo aquella imagen del entonces líder del PP saliendo de noche de un restaurante con su suerte echada. ¿Cómo fueron esas largas horas?

Dramáticas. Sobre las once de la noche del 30 de mayo ya sabe que la moción de censura podía prosperar tras recibir una llamada de  Ortuzar, presidente del PNV y favorable a mantenerle, que le comunica que la posición de Urkullu era votar a favor de la moción por la presión mediática tras la sentencia de la Gürtel. En las siete horas que pasa en el restaurante Arahay se siente abrumado y está tocado porque es el primer presidente al que echan por una moción y por corrupción, que era algo que le quemaba. Pone de manifiesto que gran parte de lo que les había ocurrido era por la prensa, que había descuidado el tema de la comunicación y ahora era cuando lo veía con  claridad. Además, su obsesión, teniendo en cuenta que conocía las diferencias que había en la alta dirección del PP entre Cospedal y Sáenz de Santamaría, era mantener la unidad del partido, que no era fácil como después se verá.

De hecho su salida visibilizó una fractura interna inédita en la formación del centro derecha.

En ese momento incluso se especuló con la propia desaparición del partido. Fue tal el enfrentamiento entre la vicepresidenta y la secretaria general y ministra de Defensa que eso permitió el acceso de Pablo Casado de la mano de una nueva generación. Rajoy hizo llamadas en favor de Soraya y también estuvo en contacto con Feijóo.

¿Por qué Núñez Feijóo prefirió quedarse en Galicia que optar al liderazgo nacional del PP?

Feijóo quería llegar a Madrid ‘bajo palio’. En un almuerzo en Galicia  hablan de gallego a gallego y en un momento determinado Rajoy le dice que debe presentarse a la presidencia pero que ‘en el bien entendido que yo no te lo estoy pidiendo’. Feijóo era el ‘deseado’ dentro del PP pero descartó presentarse al darse cuenta de que la ruptura dentro del partido supondría años de oposición, por su situación familiar (acababa de ser padre) y luego se ha especulado con el tema de la foto del narco. A partir de ahí es cuando un grupo de políticos que llevaban años esperando su oportunidad, como Echaniz, González Terol o García Egea, le piden a Casado que dé el paso.

En el libro desvela que Casado estuvo a punto de ser un civil expatriado en París, seguro que con mejor salario y menos exposición pública. ¿Qué factores le hicieron decantarse por la política?

Casado había firmado un contrato para irse a trabajar con una multinacional industrial, de origen indio, con sede en París. Le hacía ilusión, especialmente a su mujer, Isabel. Pero en un paseo por el parque del Retiro con Teodoro García Egea, éste le dice que según su algoritmo si pasa el primer corte la división entre Soroya y Cospedal le va a permitir ser presidente. Él tiene una vocación política muy determinada, lo habla con su mujer, y la única condición que ella le pone es que si pierde el congreso extraordinario se van a París sin aceptar ni la secretaría general que le ofrecen tanto Cospedal como Soraya. 

Casado ha intentado romper la dicotomía del PP: o aznarismo o marianismo. Ha sido amigo de los dos. ¿Cuál es el auténtico Casado? ¿Moderado o duro? ¿Qué línea se impondrá para intentar llegar al poder?

Es un liberal conservador puro pese a que viene de familia republicana. Antes que nada, se considera un tío del PP, del centro derecha. El gana las primarias con un discurso de las esencias del PP, que son la unidad nacional, la monarquía parlamentaria, la libertad económica, Europa e Iberoamérica. Quiso ser diplomático y se identifica con Merkel, con Ursula von der Leyen, con los republicanos de Sarkozy y con el canciller austriaco Kurz. Es un gran lector de Churchill.

Su ascenso coincide con un partido roto y con una gran vía de agua hacia su derecha (extrema) ¿será el que tapone ese agujero? ¿Cómo?

Es difícil. Vox se alimenta de la decepción de muchísimos votantes del PP por la gestión de Rajoy en Cataluña, bastante desastrosa, y con el compadreo con cosas que no entendía su electorado. También aparece Ciudadanos con un líder que se quería comer el mundo. Casado sabe que mientras el centroderecha y la derecha radical se presenten con tres caras distintas a las elecciones no es posible dar la vuelta al poder. En las últimas elecciones, calculadora en mano, el centroderecha y la derecha que representa a Vox perdieron 32 escaños. Lo tiene difícil porque Casado no puede hacer  ni decir las cosas que dice Abascal porque representa a un partido de Gobierno y España no está para bromas de extremismos. Tiene una auténtica obsesión por lograr esa unidad. Con Cs es más fácil pero con Vox es difícil porque los extremos de Sánchez provocan los extremos de la derecha radical. Les viene muy bien la radicalidad, causa efecto.

Dada la situación del partido y de una derecha dividida ¿Qué margen de fracasos electorales tendrá Casado pese a su juventud?

Casado tiene una última oportunidad, que son las próximas elecciones generales, que no pueden tardar porque el Gobierno no se sostiene; por mucha propaganda, no hay un gobierno similar en el mundo libre, cuarteado, navajeándose y con los podemitas a lo suyo. Casado, salvo que gane las elecciones y no pueda formar gobierno, no tiene más posibilidades. Si se acerca a los 130 escaños, entonces sí, pero si se queda en 100, el centroderecha, que es mayoría social en el país, no le va a dar más margen. Si pierde será un verso suelto en el Arconte de Atenas. Su órdago está en las próximas elecciones generales.

¿Cuánto pesa en ese margen el aliento en la nuca de Feijóo?

Han llegado a algún acuerdo. ¿El territorio gallego es electoralmente extrapolable al resto de España? No. Lo más importante que ha sucedido entre Casado y Feijóo es que el centroderecha explicitado gana y esa es la razón, entre otras, por la que se ha cargado a Cayetana Álvarez de Toledo. Casado va a tener una última oportunidad; ahora bien, con tres marcas del centroderecha y la derecha pues va a ser complicado. Todo lo que está ocurriendo ahora en España, como lo de los okupas de viviendas, beneficia a Vox. Ese tipo de extremismos que favorece el socialextremismo del Gobierno, a pesar de que Sánchez intenta camuflarlo, favorece al partido de Abascal.

¿La defenestración de Álvarez de Toledo acerca a Casado más al modelo férreo de Aznar?

Es más férreo el control que tiene Sánchez del PSOE, entre otras cosas porque tiene el poder. En el PP cambió con el congreso extraordinario. Casado ha intentado integrar los nombres más señeros del marianismo, como Fátima Báñez o  Cuca Gamarra, que era sorayista.

¿Qué queda de esas ‘familias’?

Nada. Me consta que Cospedal está muy arrepentida de su enfrentamiento con Soraya. Casado ha integrado a gente de Cospedal, como se comprometió con ella, pero dos mujeres con una enorme ambición política y con una gran preparación, pues que llegara un muchacho de 36 años y que les birlara el poder, supongo que estuvieron varias noches sin dormir.

¿Cuál fue el papel de Rajoy en ese proceso?

Rajoy no era un comandante en jefe como Aznar. Es un tío inteligente que había cumplido sus sueños y que no quería líos. Era más un gestor que un político al uso. Traía una mochila del Gürtel que no pudo deshacerse de ella y al final fue su tumba. Aunque los hechos no correspondían a su mandato, pero  ahí se equivocó no decapitando a Bárcenas.

¿Ceder espacio en el control del partido fue un error?

Cuando un señor llega a la Moncloa lo demás le da igual. Su gran imput fue el tema económico y cambiar radicalmente la deriva de un país que recibe en quiebra. Que no lo dijo;se crearon un montón de puestos de trabajo pero no fue capaz de comunicar. Parecía un boxeador grogui y no atendía a razones. El decía: me van a seguir votando mientras haya trabajo. Pues no. Rajoy era un tío al que le podías confiar tu fondo de pensiones pero un tío que no quiere líos siendo primer ministro es que no entiende nada. Es entrañable desde el plano personal pero eso no es un primer ministro; un primer ministro es un killer. En cambio, Casado, detrás de esa imagen de niño bien, que habla inglés, el aviso de Cayetana Alvarez de Toledo al resto, es muy claro. Lo está llevando bien; muy amigos pero el burro por la linde.

Con un abuelo republicano, ugetista y represaliado ¿por qué destila esa fobia a la izquierda, que va  más allá de la rivalidad política?

Sus padrinos fueron Alfredo Prada y Esperanza Aguirre y él se encuentra cómodo en el corte liberal conservador. Cree, intelectualmente, que la izquierda ha sido un fracaso histórico. El muro de Berlín le impacta muchísimo y decide que lo suyo es el centroderecha, la familia popular. Tiene un porcentaje en su personalidad de hombre práctico, en eso es muy marianista; por encima de las ideologías hay que dar algo a la gente, hay que crear empleo, porque sin trabajo la gente no puede ser feliz. Le abunda el sentido común. Escucha más que responde. Pregunta mucho, se queda con la copla y tiene esa vitola muy castellana de austeridad.