Los socialistas burgaleses afrontan la cita electoral del 10 de noviembre con las expectativas muy altas, las mismas (o más) que les valieron los 64.000 votos obtenidos en las elecciones del 28 de abril, su mejor resultado electoral de la década, traducido en 2 diputados y 3 senadores. Las candidaturas no cambian ahora ante la nueva cita con las urnas, Esther Peña liderará una lista al Congreso de los Diputados (ha sido portavoz de la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social) y capitaneará una campaña electoral extraordinaria, indeseada y, por todo ello, muy compleja. También en Burgos.

¿Cómo afronta esta repetición de la jugada electoral?

Con una empatía tremenda y compartiendo con la mayoría de los burgaleses un cierto enfado por la situación. El PSOE ganó las elecciones en Burgos por primera vez en la democracia y los que ganamos las elecciones aquí y en el conjunto de España no hemos querido repetirlas. Por así decirlo, aprobamos con buena nota en junio y no hemos querido volver a examinarnos en septiembre. Solo espero que el 10-N acabe con un apoyo mayoritario al PSOE, que es el único partido que puede desbloquear la situación política actual.

Todos los partidos se enfrentan a la amenaza de una abstención mayoritaria.

¿Qué va a hacer de diferente el PSOEpara alentar a los burgaleses a que vuelvan a las urnas?

El programa del PSOE, su proyecto para el país y la provincia es exactamente el mismo que la pasada campaña. Rivera ya ha reconocido su culpa por la repetición de las elecciones. Nosotros no vamos a volver a la provincia o a la calle porque estos últimos meses hemos estado en las comarcas, en los pueblos y en las ciudades y lo seguiremos haciendo. Vamos a afrontar una campaña de cercanía y, más que nunca, con un espíritu pedagógico. Somos los primeros que queremos salir de esta situación de bloqueo y dejar claro que, más allá del mensaje multipartidista, hay dos opciones: o avance y un gobierno progresista que propone el PSOE; o bloqueo. Este es el paradigma que vamos a compartir y hablar con los burgaleses las próximas semanas.

¿Prevén un cambio a mejor en el voto socialista en la provincia?

Sí. La gente ha visto la posibilidad de que un gobierno sin bloqueos y progresista pasa por el PSOE. Pero, además, ahora se mezclan circunstancias del ámbito cotidiano. Lo sucedido en el gobierno autonómico, con ese pacto ‘de garrapiña’ entre PPy Ciudadanos, estoy convencida que va a influir. Muchos habitantes de los pueblos que se acaban de enterar de que les van a quitar el consultorio médico pueden cambiar su sentido del voto. Les han engañado, no han tenido palabra y estoy convencida que esa circunstancia autonómica va a significar un mayor apoyo al PSOEen detrimento del PP. En todos los sitios es importante que gane el PSOE pero aquí más que en ningún otro porque necesitamos actuar de contrapeso al gobierno autonómico por su falta de palabra. Recuerdo las 35 horas, los planes ocultos para fusionar municipios, los planes estrambóticos para cerrar consultorios a los médicos, la bajada de impuestos a los ricos... Tenemos que actuar de contrapeso con un gobierno socialista fuerte en España ante un gobierno inoperante de PP y Ciudadanos en la Junta. Creo que los resultados de estas dos fuerzas van a variar significativamente.

¿La gestión socialista en el Ayuntamiento, muy compleja en este arranque de legislatura municipal, les impulsa o les lastra?

El nuevo equipo de gobierno de la ciudad sigue despertando ilusión y  confianza entre los burgaleses, algo que hace muchos años no sucedía. Una de las mejores noticias que llevaba esperando este Ayuntamiento desde hace muchos años era recuperar servicios públicos como la guardería de Río Vena. Es un gobierno que responde a lo que se comprometió. La ilusión del día de la investidura no ha desaparecido.

Va a ser una campaña con menos papel, ¿y también con menos figuras de primer nivel?

Tenemos más o menos la agenda cerrada y contaremos con la presencia de, al menos, tres ministros. Habrá más cosas pero, ya se conocerán...

¿Un tema estrella?

Dos: ampliación de nuevos derechos  (Estatuto de los Trabajadores o la regulación de la eutanasia, además de asistencia, servicios sociales y sanidad) y compromiso con las infraestructuras, haciendo especial énfasis en las más cotidianas, en las que se utilizan todos los días por los burgaleses para ir a trabajar o a la escuela. Carreteras secundarias en las que se llevan años sin invertir estarán al mismo nivel que la reivindicación del tren directo, de las mejoras de la  AP-1 o de la llegada del AVE a Burgos y Miranda de Ebro.

¿Y si el 10-N se repiten los resultados?

Estoy convencida de que los burgaleses quieren y necesitan un gobierno estable, lo mismo que pensamos desde el PSOE. Por lo tanto, va a haber un refuerzo de los resultados socialistas, lo que dará pensar a Ciudadanos y a Podemos, que es la cuarta vez que vota en contra de un gobierno socialista. Más allá de las jugadas de ego de algunos nuevos partidos, deberían empezar a pensar en los ciudadanos y menos en sus estrategias.