Desde el inicio de la pandemia, la Junta de Castilla y León está consignando en su página destinada a la transparencia, www.datosabiertos.jcyl.es, todos los contratos de emergencia que está realizando para dotarse del material y obtener los servicios necesarios con los que hacer frente a la covid-19. En total hay reflejados ya 808 gastos que suman un importe de 103.611.130,27 euros, que ha ido a parar a los más variados artículos y necesidades.

En este listado se pueden encontrar desde los detalles de los proveedores de dos vuelos China-España por 1.100.000 euros hasta los de una pieza del dispensador de hidrogel de una residencia de ancianos de Miranda de Ebro por 6,07 euros, pasando por una encuesta para conocer en qué medida está afectando a la sociedad de Castilla y León la crisis sanitaria, por 17.061 euros.

De estos 808, 100 se refieren de forma específica a centros residenciales y hospitales de la provincia de Burgos y alcanzan la cifra total de 1.894.027,62 euros. Pero el gasto ha de ser mayor con toda seguridad porque muchos de los epígrafes no especifican el lugar de destino de los diferentes materiales como mascarillas quirúrgicas, guantes, pantallas faciales o suministros de vacunas... y se entiende que también han llegado dentro de los límites provinciales.

Quien lo desee puede encontrar, además, los gastos por organismo (Gerencia de Servicios Sociales, Consejería de Fomento y Medio Ambiente, Gerencia Regional de Salud, Gerencia de Servicios Sociales, Consejería de Sanidad), el tipo de contrato (suministro, servicios, obras) y el procedimiento de adjudicación (contrato menor, emergencia, adquisición centralizada). No está aún reflejada la información de los gastos de emergencia de las gerencias de Atención Primaria, Especializada y Emergencias Sanitarias.

Sobre los datos de gastos que tienen que ver con la provincia de Burgos, que, como se ha dicho, rozan ya los dos millones de euros, el grueso se lo lleva el alquiler de equipos para hacer PCR con destino al servicio de Microbiología del Hospital Universitario de Burgos, con un importe de 1.322.207,4 euros pagados a la empresa Werfen España S.A.U., y el segundo lugar lo ocupa la adecuación del hospital de campaña que se levantó en Aranda de Duero para dar soporte al Hospital Santos Reyes en el peor momento de la pandemia.

Así, se gastaron en esa unidad de convalecencia 238.259,83 euros en diversos servicios. Para el lavado, desinfección, planchado, doblado, empaquetado y transporte de la ropa se facturaron a Ilunion Lavanderías, empresa del Grupo Social Once, 33.493 euros; la limpieza corrió a cargo de Onet Iberia Soluciones por 49.526,05 euros; de la cocina se ocupó la empresa Sodexo Ibérica, S.A. por 93.040, 2 euros, y de la seguridad, Garda Servicios de Seguridad, S.A. por 62.200,58 euros.

También en Aranda la Junta tuvo un gasto de 12.892,96 euros, que fue lo que costó el flete aéreo ocasionado por la donación de 100.00 guantes y 100.000 mascarillas que recibió a finales de marzo el colegio San Gabriel procedentes de China, un material que se puso a disposición de la Junta.

Divino Valles. Con respecto a la adecuación del Hospital Divino Valles, que se preparó por si hubiera sido necesario como recurso de transición o ‘arca de Noé’ para pacientes infectados con 145 camas (esa función se ha previsto también para la residencia juvenil Gil de Siloé con 112 camas), se ha gastado 25.662,08 euros por la limpieza de las plantas de hospitalización, que corrió a cargo de la empresa Tefisa, S.L.; la instalación de un tanque de gases y revisión de las centrales de gases y de vacío costó 20.458 euros fue realizada por la Sociedad Española de Carburos Metálicos, S.A. y la revisión de los ascensores ascendió a 1.080 euros.

Otros gastos llamativos por su cuantía o su concepto son el suministro de 30 sistemas de alto flujo (oxigenoterapia) por 126.360,3 euros a cargo de la empresa Fisher and Paykel Healthcare y los 39.000 euros que ha facturado Los Braseros por el alojamiento de los profesionales sanitarios que tuvieron que salir de sus domicilios por miedo a contagiar a su familia.

El resto son cantidades menores que han pagado material de limpieza y protección en residencias públicas de Burgos y Miranda: bandejas, termómetros, agua destilada, EPI, delantales de plástico, teléfonos inalámbricos, mascarillas o gel hidroalcohólico.