"Si el centro se queda en casa ganan los extremos"

Á.M.
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Entrevista con Aurora Nacarino-Brabo, cabeza de lista de Cs al Congreso por la provincia de Burgos

Aurora Nacarino-Brabo - Foto: Valdivielso

Ciudadanos iba a ser la bisagra que decidiera el gobierno de España. Iba. Ahora, la formación liberal trata de recomponer su imagen frente a unas encuestas que castigan las siglas. La candidata que en abril hizo historia al ser la primera en conseguir el acta por Burgos bajo las siglas del partido presidido por Albert Rivera cree que están a tiempo de mantener el tipo. Hace autocrítica, pero tampoco se rasga las vestiduras.

¿De quién es la responsabilidad de que tengamos que ir otra vez a las urnas?

Hay distintos grados de responsabilidad, pero en último término es compartida. El culpable número uno es el señor Sánchez, que fue el designado por el Rey para conformar un gobierno. Tampoco me gustaría echar balones fuera; todos los partidos tenemos una responsabilidad y creo que los ciudadanos se merecen una disculpa. No voy a rehuir ni mi responsabilidad personal ni la de mi partido, así que siento que no hayamos estado a la altura de lo que el país merecía y reclamaba. En la calle veo hartazgo y frustración, por eso el objetivo ahora es ‘nunca más’.

Quizás se deba a esa reflexión el hecho de que Rivera haya pasado del ‘no a Sánchez’ al ‘estamos abiertos a negociar’...

Seguimos pensando que el señor Sánchez no es el mejor presidente posible. Una persona que pacta en Navarra con Bildu o que pacta la Diputación de Barcelona con Torra no es el mejor candidato para defender los intereses de los ciudadanos españoles, pero la decisión es de los votantes. Planteamos una propuesta de investidura cuando todavía era posible con tres condiciones muy sencillas para cualquier demócrata: no indultos para los presos del procés en el supuesto de que haya condena, romper con Bildu en Navarra y no subir más los impuestos a las clases medias. Era fácil, pero Sánchez decidió ir a elecciones. Como no queremos que vuelva a pasar, nos hemos adelantado.

Igual ese ofrecimiento llegó un poco tarde y las encuestas, ahora, son demoledoras para ustedes.

Sánchez, en todo momento, dijo que su socio preferente era Podemos. Cuando vimos que con el socio preferente no iba a haber gobierno, y ante el abismo del fracaso y el bloqueo del país, decidimos intentar algo para desbloquear la situación. Lamentablemente el señor Sánchez no estaba por eso. En abril ninguna encuesta nos daba 57 escaños, en Andalucía ninguna avanzó el resultado de Cs y el cambio de gobierno, en Cataluña ninguna predijo el resultado de Inés Arrimadas, a mí en abril me dijeron que no iba a sacar el escaño... Son encuestas. Los rumores se los dejamos para otros.

Pues vayamos a hechos consumados. Hay personas relevantes que se han bajado del proyecto de Ciudadanos. Por ejemplo Toni Roldán, que vino a Burgos a apoyar su campaña en abril. Parece que tienen ustedes una vía de agua abierta.

No es así. Yo te puedo decir que ahora mismo dentro del partido hay una unidad absoluta...

Entre los que quedan, claro...

En todos los proyectos hay personas que piensan distinto, lo contrario no sería un partido político, sería una secta. Toni ha sido una persona importante en este partido y respeto sus razones, pero el proyecto sigue más allá de cualquier persona porque tiene cuatro millones de votos detrás.

El escaño por Burgos se le puede poner bastante caro. No sólo por los resultados de Cs, también porque el PP parece que se recupera con fuerza y la Ley D´Hont funciona como funciona...

Ya te digo que estas cosas me las contaban en abril... Yo sigo trabajando y lo que nos muestran las encuestas no es que los votantes de Ciudadanos se estén yendo a otros partidos o al PP; las transferencias de votos de Ciudadanos son muy pequeñas. Lo que sabemos hoy por hoy es que el votante está apático y nos está diciendo que igual se queda en casa. El trabajo que tenemos por delante es convencer al votante de que hay que salir a votar, que hay buenas razones para hacerlo. Si el centro se queda en casa, ganan los extremos. Quiero que después del 10-M tengamos un gobierno estable, constitucionalista, centrado y moderado, así que debemos poner todo de nuestra parte para decir a los ciudadanos que salgan a votar.

¿Qué tipo de campaña piensa hacer en Burgos?

Una que sea muy respetuosa con los ciudadanos. Entiendo que hay un hartazgo general. En la anterior campaña seguramente fui la candidata que más kilómetros hizo y ese es mi compromiso: seguir trabajando para llegar a todas partes, pero con respeto a los ciudadanos, que están cansados de los políticos y creen que los partidos son un problema, algo que debería hacernos reflexionar a todos.

En lo que afecta a Burgos, lo cierto es que las cosas están exactamente igual que hace medio año. No parece que vaya a haber nuevos debates abiertos...

Lamentablemente hemos perdido mucho tiempo y cuatro años de posibles reformas que España necesitaba como agua de mayo. Se anuncian nubarrones, hablamos de desaceleración, la creación de empleo se ha reducido... El país no se pone en marcha y nuestra propuesta es que toca poner España en marcha y que se empiece a hablar de reformas, de natalidad, de educación, de una tarjeta sanitaria única, de despoblación, de dejar de freír a impuestos a los trabajadores, de atajar la precariedad, tener mejores pensiones y una nueva ley electoral... Hay mucho de lo que hablar.