El Mirandés regresó el lunes a los entrenamientos con una novedad importante, porque durante el fin de semana se ha confirmado la fecha en la que regresará el fútbol. Los rojillos ya saben que en la segunda semana de junio se medirán al Numancia. A partir de ahí serán once finales en las que Odei cree que importarán poco las trayectorias previas porque el contador se ha puesto a cero. El central confía en que se vea a un Mirandés similar al que hizo historia en la Copa y mantiene la posibilidad de pelear por todo en lo que resta de competición.
Conocer la fecha en la que se reanudará la Liga, ¿cambia la mentalidad a la hora de entrenar?
Todos tenemos ganas de volver a jugar y conocer la fecha siempre anima porque se ha especulado mucho durante las últimas semanas. Hasta ahora hemos ido avanzando paso a paso y esta semana ya se incrementa el número de jugadores que pueden trabajar en el mismo grupo, lo que también se asemeja más a la realidad.
¿Tiene la sensación de que el retorno del fútbol se está haciendo de forma segura para los futbolistas?
Por ahora sí porque el protocolo se está cumpliendo a rajatabla. Tenemos que ser conscientes de que estamos todos en el mismo barco y cuidarnos entre todos, no solo en el fútbol sino en general la sociedad.
¿Es difícil abstraerse de la extraña situación generada por la pandemia y centrarse en el trabajo diario?
Una vez que pisas el césped se te olvida todo porque podemos disfrutar de lo que más nos gusta.
¿Cuál es la medida de seguridad que más le cuesta cumplir o lo que más echa de menos de la normalidad previa al coronavirus?
Los más duros fueron los primeros días, porque ni podías saludar a tus compañeros y teníamos que entrenar en solitario que es bastante más aburrido. Desde que hemos empezado a entrenar en grupos reducidos, el ánimo ha cambiado.
Once jornadas en menos de dos meses. El Mirandés ya ha demostrado esta temporada que se le dan bien este tipo de maratones cuando tuvo que compatibilizar Liga y Copa.
El final de temporada va a ser muy exigente porque todos nos vamos a estar jugando cosas y eso se nota en el campo. Más que nunca la diferencia la van a marcar los detalles.
¿Habrá muchas más sorpresas que antes del parón?
Posiblemente, porque las fuerzas se van a equilibrar. Es una incógnita el nivel con el que va a regresar cada equipos tras estos meses parados y las diferencias entre los clubes se reducirán mucho más. Cada partido va a ser una final y así habrá que afrontarlo.
¿Se ve peleando por el play off de ascenso?
Lo primero es asegurar la permanencia cuanto antes y luego ya veremos si queda tiempo para luchar por otros objetivos.
Pero tampoco se puede obviar que el Mirandés es séptimo.
Está claro que estamos ahí y con opciones, pero nuestro objetivo prioritario es la salvación. Eso no quita para que tengamos ilusión por redondear una temporada que hasta la suspensión estaba siendo muy buena. Nosotros vamos a poner toda la carne en el asador y ya se verá hasta dónde llegamos.
¿Veremos un Mirandés similar al de antes del parón o será necesario adaptar el estilo a las nuevas circunstancias?
Nuestras señas de identidad han sido muy claras durante toda la temporada y no creo que el míster vaya a cambiar ahora la idea que nos ha llevado hasta aquí. Quizá al principio nos cuesta un poco arrancar pero cogeremos otra vez la marcha.
¿Está mentalizado para jugar en un estadio vacío?
Será complicado y exigirá un punto más de concentración para no despistarte. El ánimo que nos daba antes la afición nos lo tendremos que dar entre nosotros para no bajar la intensidad.
¿Habláis mucho de este tema en el vestuario?
Sí ha salido más de una vez la conversación en los entrenamientos porque será una sensación muy rara, pero lo importante es centrarse más en el juego y en lo que pasa en el campo.
Ha sido un fijo para Iraola en el centro de la defensa rojilla, ¿ha hablado ya con el club sobre su renovación?
No, porque ahora solo pienso en entrenar y disputar las once jornadas que quedan por jugar.