La trayectoria del Blasgón y Bodegas Ceres dentro y fuera de la pista esta temporada sigue desarrollándose dentro de lo previsto. Sobre el cuarenta por veinte, con el conjunto de Alberto Suárez tratando de sumar puntos que permitan soñar con la permanencia. Fuera de él, por su parte, con el presidente Eusebio Martín y su junta directiva intentando dar la réplica para que la viabilidad del proyecto pueda seguir existiendo más allá del presente año.

Y es que, aunque la situación está siendo complicada, como ha reconocido el propio Martín (el equipo marcha último con seis puntos), «la verdad es que el club se encuentra en un punto moderadamente aceptable a nivel económico». Todo, porque como destaca, «desde el principio buscamos de base hacer un planteamiento bastante sensato». Tener la «cabeza fría» para aceptar la plaza ofrecida en Asobal; una oportunidad que por otro lado no podían «desaprovechar» al tratarse de «nuestro vigésimo aniversario», asume, pero que no por ello iba a llevar a la entidad a realizar inversiones imposibles.

Ese, expone, fue uno de los principales argumentos para, a la postre, renovar a gran parte de la plantilla. Una decisión que llegó en base a los «buenos resultados» conseguidos en Plata, pero también porque se valoró que, con algún que otro retoque, el equipo podía ser competitivo en Asobal. «De hecho a día de hoy seguimos pensándolo», añade dejando clara la satisfacción reinante en su directiva por el «esfuerzo» que viene realizando el vestuario.

También a nivel salarial puesto que, como rescata, «desde el primer instante hubo jugadores, e incluso el mismo entrenador que, estando ya firmados, no pusieron problemas a reajustar sus exigencias». Algo «a agradecer» y que «el club no olvida».

Luego deportivamente sucederá lo que tenga que suceder. Sin embargo, ante esa circunstancia Martín sí manifiesta sincero que lo que imperaba este año, y así se ha visto, era la «supervivencia sí o sí del club». Un punto donde el guión parece terminará cumpliéndose a rajatabla a pesar de que los acontecimientos hayan llevado a éste a reajustarse de forma continua y dejar de ingresar cerca de 120.000 euros en sus arcas (según sus estudios), pero que, indica, se encuentra «asegurado» gracias al impagable trabajo del área económica.

«Sólo queda por delante que el público pueda volver a apoyar al equipo en el pabellón», sentencia. «Para nosotros es clave, y creo que, dentro de las ayudas que se vayan a pedir ahora a las administraciones, el perjuicio que ellos han tenido por no disfrutar de lo que han pagado, debería tenerse en cuenta para ayudarnos a compensárselo».