Las terrazas impulsan las ventas del maltrecho comercio

B.G.R.
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El sector puede abrir sin cita previa desde el 18, si bien la afluencia de público ha sido «floja» en el centro y en Gamonal

Los establecimientos comerciales pudieron abrir el día 4 con cita previa, restricción que duró dos semanas. Desde la pasada, funcionan con horario habitual y límite de aforo. - Foto: Valdivielso

La entrada de Burgos en la fase 1 el pasado lunes no ha traído consigo medidas excepcionales en el pequeño comercio, ya que las que estaban previstas en este escenario para el sector entraron en vigor el 18 de mayo, cuando se flexibilizaron las restricciones en los territorios que aún se encontraban en el escenario 0 del proceso de desescalada. Sin embargo, la reapertura de las terrazas al 50% de su ocupación se ha traducido en un mayor movimiento de ciudadanos en las calles y, en consecuencia, en más afluencia a las tiendas. La afirmación la comparten representantes de la patronal y de las asociaciones zonales, al igual que el hecho de valorar su primera semana sin cita previa con límite aforo al 30% como de «ventas contenidas o flojas».

Donde más se dejó notar la vuelta a la actividad de la hostelería fue en los dos grandes núcleos comerciales de la ciudad. El presidente de Centro Burgos, Raúl Martínez,  reconoce que el movimiento en los bares tuvo también su impacto en la caja, ya que «entre el 60 o 70% de los clientes que entraron a los comercios compraron, si bien es cierto que el porcentaje de clientes que accede ahora se sitúa «en el 10%» respecto a ejercicios anteriores.

La asociación de empresarios Zona G de Gamonal también valora positivamente  la repercusión del cambio de fase, «con más flujo de personas en las calles y en las tiendas», al igual y en términos generales que la Federación de Empresarios de Comercio (FEC), cuyo vicepresidente, Julián Vesga, reconoce que desde ayer (por el lunes) «sí que se ha notado un cambio porque la hostelería da vida a la ciudad». «Confiamos en que el movimiento se incremente en los próximos días», agrega, no sin antes señalar la importancia para el sector de que se mantenga en el tiempo la meteorología favorable.

La prueba de arranque de la reactivación del comercio dentro de la fase 0, las dos primeras semanas de mayo con cita previa y la tercera sin ella, se presta a distintas percepciones, aunque todas ellas en la línea de la tranquilidad y de un goteo de clientes. Vesga sostiene que la actividad fue «mejor de lo esperado» desde que se eliminó el sistema de peticiones, algo que consideraba un tanto violento para el consumidor al tener en algunos casos la sensación de verse obligado a comprar. No obstante, precisa que ese movimiento traducido en ventas ha estado «contenido». Lo que sí que se ha percibido es que el comprador «está más tiempo en el establecimiento, como si el ritmo de vida hubiera cambiado y haya que adaptarse a la normalidad».

[Información completa en la edición impresa de Diario de Burgos de este miércoles]