Continúa la liga en el Grupo VIII de Tercera División. Casi sin tiempo para recuperarse de las heridas infligidas por el Almazán el pasado miércoles en El Montecillo (1-2 para los adnamantinos), la Arandina debe desplazarse este fin de semana a Segovia. Un compromiso el de La Albuera (domingo, 18.00h.), de prestigio y altura en los últimos años para azulgranas y blanquiazules, pero que ahora parece condenado a convertirse en un auténtico servicio de urgencia para una plantilla, la de Jordi Fabregat, obligada a ganar a domicilio en la ciudad del acueducto si no quiere verse definitivamente descolgada de la zona de playoff.

En esa tesitura, la del todo o nada, el técnico de la Arandina ha valorado el duelo contra los pupilos de Manuel González como «un reto al que vamos a ir con toda la ilusión por revertir una situación que nosotros mismos nos hemos creado». Un oficio complicado a tenor de las matemáticas expuestas en este inicio de curso sobre el césped de La Albuera (4 victorias como local en 4 partidos y únicamente 2 goles encajados), y que medirá a un equipo «de nivel» y en trayectoria ascendente como la Segoviana (tercero con 21 puntos), contra otro en medio de una sintomatología «perdedora», pero que tratará de «corregir las causas» de su deriva para sumar tres nuevos puntos a su casillero que, como ha sentenciado el propio Fabregat, «urgen».

Rotaciones. El duelo entre segovianos y burgaleses se verá condicionado por numerosas ausencias. En el caso de la Gimnástica Segoviana, Yubero (por lesión) y el capitán Manu (por sanción), marcarán la hoja de ruta de las bajas locales. Soto, Moha y Abad, lesionados, se antojarán la contrapartida a ellas en bando visitante.