La AECC urge más espacios sin humo y proteger a los menores

L.M.
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En la delegación de Burgos se ha disparado el número de pacientes que acuden en busca de ayuda para dejar de fumar. El 70% consigue dejarlo

Fumar está prohibido actualmente en las terrazas. - Foto: Christian Castrillo

En los últimos diez años, hasta las oficinas que la AsociaciónEspañola Contra elCáncer (AECC) tiene en la calle Asunción de Nuestra Señora de la capital se han acercado miles de burgaleses.La entrada en vigor de la LeyAntitabaco fue el detonante que hizo que muchos se plantearan, de una vez por todas, dejar de lado la dependencia del cigarrillo.

«Se notó mucho. Tenemos siempre los cursos a tope, con lista de espera», explica EduardoGonzález, presidente de laAECCen Burgos.Apunta que el interés viene tanto desde el canal de particulares como desde las propias empresas, a las que ofrecen sus dinámicas «completamente gratuitas» para sus trabajadores. Los cursos se organizar -antes de manera presencial, ahora en formato muy reducido- cada 15 días y están dirigidos por un equipo de profesionales.«El porcentaje de personas que consiguen dejarlo ronda el 70%, todo ello de manera completamente gratuita», recuerda González. Al principio del mismo los usuarios deben depositar 90 euros para, de este modo, adquirir un cierto compromiso con la tarea de dejar de fumar.Una vez que el periodo concluye, son libres de solicitar el reembolso o por el contrario donar todo o parte del dinero a la entidad.

Cambios. Coincidiendo con el décimo aniversario de la entrada en vigor de la LeyAntitabaco, la AsociaciónEspañola Contra elCáncer ha lanzado una campaña para exigir alGobierno una actualización del texto. En la misma, dada a conocer hace cerca de dos meses, reclaman alEjecutivo una ampliación de los espacios sin humo.«Los menores no tienen la potestad de elegir si respiran el humo del tabaco o no.Pedimos que, en presencia de un niño, esté terminantemente prohibido fumar», reclaman.

Lamentan que, si bien al principio el control de la norma fue muy exigente, años después se han relajado en buena parte las medidas.«Queremos que se amplíen a zonas deportivas o que los radios junto a los colegios sean mayores. Es necesario echar una mano tanto a la gente que fuma para que lo deje como a los que no quieren hacerlo pero carecen de poder de decisión», sentencia González.

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