Los vecinos de Fresnedo y el barrio de Barruso llevan desde el verano de 2017 bebiendo agua embotellada durante largos periodos que cada vez son más largos. La existencia de un alto contenido en arsénico, selenio y fluoruros, entre otros elementos químicos, en el agua que se suministra a los hogares desde el depósito motiva esta insólita situación. Tras cuatro años sin respuestas municipales, más allá del suministro de agua embotellada mientras el que llega a los hogares carece de condiciones aptas para su consumo, los vecinos han creado la Asociación AguaZero Fresnedo y se han puesto manos a la obra para exigir una solución.

En el verano de 2017, cuando las analíticas dieron la primera voz de alarma y se prohibió el consumo del agua de la red en Fresnedo, los vecinos se enteraron por un bando que se puso en el tablón de anuncios. Poco después llegó el agua embotellada a la casa de concejo. En septiembre de aquel año, recibieron a una comitiva del pueblo en el Ayuntamiento. «Nos dieron buenas palabras, pero a día de hoy no hay una solución», lamentan.

Han iniciado una recogida de firmas y comenzado a mostrar su malestar en redes sociales. Han vuelto a tocar la puerta del Ayuntamiento y esta misma mañana mantendrán una reunión con el alcalde, Adrián Serna, y el viceacalde, Jesús Argüelles. Ya mantuvieron un encuentro con el edil de Cs hace un año. «Se comprometió a informarnos de posibles soluciones, pero no han llegado», relatan.

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