«Con viento las llamas hubieran llegado a las casas»

FERNÁN LABAJO
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Óscar Ramírez, vecino de la calle San Francisco, fue testigo del avance del fuego del Castillo e incluso trató de ayudar antes de que se desbocara. Investigan si fue provocado por un pirómano

Óscar Ramírez - Foto: Luis López Araico

Eran las once de la mañana y aún humeaba la vegetación carbonizada y ennegrecida de la ladera cercana al parque de cuerdas. Equipos de Bomberos y del Servicio de Extinción de la Junta de Castilla y León apagaban pequeños rebrotes y refrescaban la zona. En Eras de San Francisco, en el principal foco del incendio que acechó el Castillo a última hora del jueves, todo olía a tierra quemada. Por allí pasaron a lo largo de la jornada varios agentes de la Brigada Científica de la Policía Nacional que se encargan de investigar las causas del siniestro que, todo indica, fue intencionado. La cuestión ahora es averiguar quién o quiénes fueron los responsables de originarlo.  

Son varias las hipótesis que se manejan desde la Comisaría Provincial. El origen del primero de los focos, el declarado a eso de las 22.30 horas del jueves, estaba en la mitad de una ladera de Eras de San Francisco, a escasos metros de la calzada que la separa de las viviendas. El calor de los últimos días y la densa vegetación de la zona hicieron que las llamas se propagasen de manera vertiginosa hacia arriba. Por suerte, los Bomberos actuaron desde uno de los caminos cercanos al Centro de Recepción de Aves y en una hora lograron apagarlo. Ardieron unos 4.000 metros cuadrados de superficie, según informó ayer el jefe del Parque de Burgos, Miguel Ángel Extremo, quien estuvo toda la mañana supervisando los trabajos. 

Mucho menos se quemó al otro lado del parque, cerca del hotel Abba. El incendio en este segundo foco se declaró unos veinte minutos después del primero y el fuego solo arrasó unos 400 metros cuadrados. En total no llegó a media hectárea, mucho menos de lo esperado y, desde luego, de lo que podría haber sido de no ser por la rápida actuación de los servicios de extinción. 

(Más información en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)