La soledad es una lata

A.S.R.
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Fatídico Teatro debuta con el estreno de 'Escabeche', una obra dirigida y escrita por Lucas Rodrigo que sube a las tablas «la gran epidemia del siglo XXI» en un tono tragicómico

Marisa (Ana Rosa Alonso) y Carmen (Maribel Montes) protagonizan la obra.

Marisa y Carmen son vecinas. Apenas cruzan las típicas palabras de cortesía cuando se encuentran en el portal. Un día, el hijo de la segunda llega borracho, incapaz de acertar a meter la llave por el ojo de la cerradura, y la primera le ayuda. Un timbrazo de la madre para agradecer el gesto cambia la relación de estas dos mujeres solitarias. Cada una a su manera. Marisa (Ana Rosa Alonso), a punto de jubilarse de una conservera, con familiares a su cargo, la busca, mientras que Carmen (Maribel Montes) se ha topado con ella tras enviudar y hacerse mayor e intenta darla esquinazo con quien se topa en su camino. Esa señora llamada soledad, «la gran epidemia del siglo XXI», sube a las tablas en Escabeche, una obra escrita y dirigida por Lucas Rodrigo, que se estrena hoy en Cultural Caja de Burgos de la avenida de Cantabria (20.30 h., 10 euros), con la que debuta su compañía, Fatídico Teatro.

«Vivimos en un planeta con siete mil millones de personas, pero la gente cada vez se siente más sola, sobre todo en la tercera edad, que es la que se refleja en la obra», observa el autor y subraya el ambiente de trabajo generado en torno a la compañía, convertida en un punto de encuentro entre personas de distintas generaciones. Algo que se ajusta a la filosofía de Fatídico Teatro, nacida en 2018 en Aranda con la idea de hacer teatro social.

«Queremos transmitir un mensaje claro porque ahora el teatro se está convirtiendo en un mero entretenimiento, te cuentan una historia, pasas un buen rato, pero cuando llegas a casa se te ha olvidado todo. Solo consigue abstraerte del mundo y nosotros buscamos lo contrario: queremos centrarnos en los problemas que suceden de verdad», se explaya Rodrigo al tiempo que suspira por la vuelta a la catarsis griega, a los orígenes del teatro, «que nació para que la gente viera reflejadas sus inquietudes, sus problemas, sus miedos».

He ahí el ánimo de Escabeche, una tragicomedia que toma su nombre de una anécdota que le ocurrió a un amigo, que al abrir una lata de mejillones se encontró con una única pieza en el líquido naranja. No todo es lo que parece.
Fatídico Teatro es el sueño cumplido de Lucas Rodrigo. Después de estudiar Diseño Gráfico y Artes Escénicas, se vio cruzado de brazos. No atisbó salida profesional. Y decidió crear su propia compañía sin que le importara la discapacidad auditiva que padece. Trabaja en Aransbur, pero espera algún día vivir del arte de Talía. Sin prisa. De momento se conforma con que el público acuda a ver Escabeche, que tras su estreno llegará a Aranda, Salas de los Infantes y Peñafiel (Valladolid), y ver en las tablas su próximo texto, Pequeñas osadías