Primaria pierde a 10 de los 43 médicos que pueden jubilarse

GADEA G. UBIERNA
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El colegio profesional reclama medidas para «motivar» a los profesionales y evitar más retiros, porque no hay relevo. Entre ellas, que se les permita organizar su agenda y dejar más hueco para lo presencial

Hasta 2024 hay 177 jubilaciones previstas, una sangría que se intentará revertir fomentando prolongaciones de la vida activa, a pesar de la pandemia. - Foto: Luis López Araico

Diez de los 43 médicos de Atención Primaria que este año pueden jubilarse en Burgos han dado ya el paso, bien por haber alcanzado la edad mínima para dejar la consulta (65 años y diez meses) o, también, por haberla superado (un acuerdo entre sindicatos y Sacyl permite retrasar la jubilación hasta los 70 años). La provincia, con un déficit de profesiones arrastrado desde hace años, no puede permitirse perder a los otros 33 facultativos este año, pero a nadie se le escapa que la pandemia puede jugar un papel determinante en ese sentido. Y de ahí que organismos como el Colegio de Médicos estén pidiendo medidas para que el impacto sea el mínimo posible.

En concreto, reivindican cambios en la gestión de la crisis por parte de la Consejería de Sanidad; fórmulas que eviten la «desmotivación» del personal y una pérdida de efectivos para la que no hay relevo ni a corto ni a medio plazo (basta recordar que en Burgos ya ha habido que contratar a 20 profesionales que no aprobaron el examen MIR y que, por lo tanto, no tienen especialidad). 

El presidente del colegio en Burgos, Joaquín Fernández-Valderrama, considera prioritario en este sentido que los médicos de cabecera tengan potestad para programar su agenda y garantizar así que todos los días disponen del tiempo necesario para las consultas con presencia física. «Hay una queja generalizada de los especialistas de Primaria por el desorden en la asistencia; están asumiendo una enorme carga de trabajo burocrático que dificulta el ser médico», dice Fernández-Valderrama, en alusión al omnipresente trabajo de rastreo en busca de contactos de positivos en coronavirus y a la presión que están introduciendo las consultas por teléfono. 

Sobre todo, porque estas consultas a distancia se programan desde una centralita ajena a los facultativos, que «pueden encontrarse en una mañana con 60 o 70 pacientes con cita, muchas telefónicas, pero que dificultan que puedan dedicar el tiempo que necesita la atención presencial», lamenta el portavoz de los médicos en Burgos, reivindicando autonomía con las agendas. «Ysi el gestor considera que el número de consultas [pasadas] es bajo, ahí están los estándares fijados por las sociedades científicas».

En 2020 puede haber hasta 43 jubilaciones en Burgos, pero la sangría se mantendrá en los próximos cuatro años, cuando están previstos otros 134 retiros solo por edad. El objetivo es mantener en activo a cuantos más, mejor.