Tres viviendas okupadas en una urbanización en Cardeñadijo

I.P.
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9 meses después del incendio en dos pareados, no ha habido ninguna actuación, pese al riesgo que existe en la zona, convertida en un basurero. Los ediles del PP critican la inacción del equipo de gobierno ante la Sareb y piden soluciones

Las viviendas que se quemaron en julio del pasado año siguen con las cintas que se colocaron entonces para evitar el acceso a las mismas. - Foto: Jesús J. Matías

El incendio de un par de viviendas okupadas en la urbanización de Cardeñadijo que quedó abandonada tras la quiebra de la cooperativa promotora Solidel, no hizo sino poner sobre la mesa el grave riesgo que existe en esta zona, convertida en un basurero y donde los okupas no son solo las personas que actualmente viven o malviven en tres unifamiliares, sino otros muchos, incluso vecinos del pueblo que se han ‘adueñado’ de garajes para meter sus coches, para hacer un merendero o meter a los perros, o los chavales que aprovechan alguna de esas casas para sus fiestas, incluso en tiempos del coronavirus, y hasta algún ‘espabilado’ que se han montado un taller de vehículos clandestino, según denuncia algún residente. 

Esta urbanización, de 48 viviendas, requiere soluciones para evitar que se convierta en un gueto y que cualquier día haya alguna desgracia. Así lo manifiesta el concejal del PP en el Ayuntamiento Héctor Martín, que junto a su compañero César Curiel pide al equipo de Gobierno, del PSOE, que tome cartas en el asunto, baje al barro y busque soluciones. Los populares creen que lo que el Consistorio tiene que hacer es negociar con la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), titular de los derechos hipotecarios sobre la parcela, y pedirle que ceda los terrenos al municipio a cambio de que éste corra con el derribo y desescombro de las viviendas «que al final no son más que un cúmulo de porquería y de problemáticas para el pueblo», afirma Martín, que añade que desde el equipo de gobierno insisten en que no es una competencia municipal. «No entendemos que se pueda decir que no es asunto del Ayuntamiento cuando hay viviendas okupadas, con los antecedentes de los incendios, y chavales que vienen, del pueblo y de otros, a pasárselo bien, incluso ahora con la covid. Si pasa algo, quién se responsabiliza de ello», se pregunta el edil del PP, que deja claro que su grupo no tiene nada contra de los okupas, que entienden la situación que a cada uno le lleva a buscar un lugar donde vivir, pero insiste en que el riesgo de que pase algo está ahí, «porque además las casas estructuralmente no son seguras». El concejal, por otra parte, se refiere al último incendio y afirma que «como nadie denuncia no pasa nada, la Sareb se desentiende», y por eso considera que el Ayuntamiento tiene que buscar soluciones. «Nosotros creemos que se necesita voluntad y que el PSOE no la tiene en este caso». Además, recuerda que tras el incendio, la alcaldesa dijo que tiraría las casas, «pero no ha sido así y ahí siguen, precintadas por las cintas que se colocaron».

En cuanto a los vecinos de Cardeñadijo, la mayoría ‘pasa’ del asunto, solo los que viven más cerca están hartos de la situación, y algunos que pasean por la zona, aunque cada vez son menos ante el estado deplorable que presenta, dice Martín.

La alcaldesa, Daniela Grijalvo, reconoce que efectivamente el Ayuntamiento alguna vez se ha planteado esa posibilidad de pedir la cesión, pero eso supone reciclar todos los residuos de construcción que salgan de ahí. Grijalvo recuerda que la Sareb tiene los derechos hipotecarios, pero el dueño sigue siendo, según el Registro de la Propiedad, la cooperativa Solidel. «Lo que no vamos a hacer es tirar todo, cargarnos con más de 200.000 euros de derribo y limpieza para que la Sareb se quede con las parcelas limpitas, que edifiquen y que luego las vendan a quien quieran», dice la alcaldesa, que además recuerda que el Consistorio no ha cobrado ni un IBI desde 2006 y que la urbanización, que hizo el Ayuntamiento está destrozada. «Encima vamos a dejar a la Sareb la parcela limpita para que haga negocio, pues no», afirma rotunda. Añade que al Sareb no le interesa ponerse de titular del suelo, eso le obliga a pagar IBI, a mantener, limpiar y arreglar. «El Ayuntamiento está atado de pies y manos», dice. 

Okupadas y descuidadas. En estos momentos son tres las viviendas que están okupadas, pero en un recorrido por la urbanización y llamando a las puertas no aparece nadie. Ni la pareja que vivía en una de las casas que se quemó y que ahora se ha trasladado a la de al lado, ni su vecino del 19, ‘el legionario’, sobre el que hay una orden de desalojo de la Sareb, ni otros dos jóvenes que también están en una casa en la calle Vela Zanetti de forma intermitente; nadie da señales de vida, nadie abre la puerta, pero curiosamente hay perros que ladran y ladran, porque todos tienen canes. Nada menos que 3 se dejan ver en la casa okupada por ‘el legis’.

El estado de la urbanización resulta de absoluto abandono, y ni siquiera las tres casas okupadas están medianamente cuidadas; los patios son una escombrera en los tres casos, donde se acumula todo tipo enseres, muebles viejos, parrillas -prueba de que al menos los dos chavales hacen barbacoas-, latas, vidrios rotos... y el interior, parecido. La bomba perfecta para que cualquier día haya de nuevo un incendio.