Los policías nacionales y guardias civiles unidos bajo la causa de la equiparación salarial con otras fuerzas y cuerpos de seguridad que operan en territorio nacional no se rinden. Jusapol, plataforma cuya reivindicación única es alcanzar las condiciones económicas y laborales que tienen los Mossos en Cataluña, aunque también la Policía Foral navarra o la Ertzaintza vasca, logró obtener un respaldo social con pocos precedentes que se concretó en una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por la equiparación real.
Medio millón de ciudadanos apoyaron la ILP para que fuera admitida por el Congreso, cosa que sucedió con los votos favorables de PP, PSOE, Cs y Podemos a finales de 2018. Se opusieron, sin éxito, Bildu, PNV, ERC y PDeCAT. Sin embargo, la falta de un gobierno estable ha impedido el desarrollo de la medida, por lo que la nueva convocatoria electoral será el escenario en el que vuelvan a la carga.
Francisco Fernández, presidente de la plataforma en Burgos, avanza que Jusapol Burgos «estará en la manifestación que se prepara en Madrid el próximo 19 de octubre». «Hemos estado esperando porque no hay un gobierno al que presionar, pero sí nos preparamos para el que pueda llegar a entrar. Ya estamos gestionando encuentros con todos los partidos para que sus candidatos en la provincia conozcan nuestra reivindicación de primera mano y obtener su apoyo».
En vísperas de volver a hacer visible su protesta, Fernández recuerda a la ciudadanía que Jusapol no tiene más finalidad que lograr la equiparación y que ni es un sindicato ni tiene vocación de supervivencia más allá de su objeto inicial y único. Conviene no confundir el movimiento con Jupol, que sí es un sindicato de nueva creación que enraíza con la causa pero que tiene finalidades diferentes.
Burgos no ha sido una excepción y, al igual que en casi toda España, Jupol barrió en las últimas elecciones sindicales. Las reuniones de Jupol con el comisario provincial se están celebrando regularmente y en la más absoluta normalidad sindical, ya que son actividades independientes.
Los sindicatos que fueron mayoritarios antes de Jupol alcanzaron en 2018 un acuerdo con el por entonces ministros del Interior, Juan Ignacio Zoido (PP), para mejorar las retribuciones de los policías y guardias. Ese acuerdo sirvió para calmar algo los ánimos, pero se considera hoy «claramente insuficiente» tanto desde el movimiento como desde el sindicato.
«Cuando se firmó, la previsión era destinar 1.500 millones al año para lograr la equiparación real. Al final lo redujeron a 807 y, de esos, 100 se reservaron para pagar a los policías que se reengancharan a la segunda actividad. Nadie se reenganchó y no sabemos dónde fueron a parar los 100 millones», ejemplifica Fernández para explicar por qué vuelven a las calles.
Jusapol nació en el seno de la Policía Nacional de Palencia y Burgos fue una de las zonas que con mayor fuerza se sumó a las reivindicaciones desde el primer momento. Siempre ha estado presidida por efectivos de la Policía, pero la Guardia Civil ha entrado en la directiva de la asociación. Su objetivo sigue siendo cerrar lo que denominan ‘cinco brechas’ respecto a otros cuerpos. A saber: las retribuciones por asistencia a juicios, el número de pagas, las horas extraordinarias, la jubilación y la paga regular. En todas salen perdiendo.