El Ondas más sonorámico y plural

I.M.L.
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El arandino Javier Ajenjo ejerció de portavoz de los tres festivales premiados y recordó la urgente lucha contra la despoblación.

El arandino Javier Ajenjo ejerció de portavoz de los tres festivales premiados.

La noticia se conoció hace semanas, Sonorama Ribera había sido distinguido con un Premio Ondas, otorgado por Radio Barcelona en su 66 edición, pero el gran día era ayer. En la Ciudad Condal, la representación de Art de Troya, asociación responsable de esta cita que ya se ha convertido en un imprescindible en el calendario festivalero, compuesta por Javier Ajenjo, Xandra González, Luis Alberto Cuéllar, Juan Carlos de la Fuente y Ana, exprimía cada minuto de la experiencia que es recibir uno de los galardones más importantes del panorama audiovisual.

Por la mañana, en el Palacete Albéniz, compartían charlas, foto oficial y almuerzo con todos los premiados. Pero el momento culminante llegaba al pisar la alfombra roja del Teatro del Liceu, con tiempo suficiente para no perderse ni un detalle de toda esta celebración. Tras pasar por el photocall y posar con los representantes de los otros dos festivales con los que Sonorama Ribera comparte galardón, La Mar de Músicas y Concert Music Festival, ocupaban sus butacas.

La gala comenzaba y, a las 21:05 horas, llegaba el turno de la entrega del Premio Ondas Nacional de Música al Mejor Espectáculo, Gira o Festival, de manos de María Teresa Campos y Toni Aguilar. Subían los representantes de los tres festivales galardonados al escenario y Javier Ajenjo, director de Sonorama Ribera, hizo de portavoz, comenzando con un guiño humorístico, "iban un arandino, un cartagenero y un gaditano... ¿Parece un chiste, verdad?", en alusión a los lugares de celebración de las tres citas musicales, para asegurar a renglón seguido que "no lo es, es casi un milagro".

En el minuto escaso que tenían para su discurso, Ajenjo supo aprovechar para hacer un guiño a la lucha por la repoblación de los entornos rurales. "No nacimos en una gran urbe, vivimos donde queremos y donde debemos, luchamos de otra manera, y mejoramos nuestra tierra para que los que se fueron un día puedan volver", y recordaba que llevan más de 20 años siendo un motor económico. "Generamos empleo, visibilidad, impacto económico, pero sobre todo ilusión y esperanza", insistía. 

En este "cumpliendo sueños" que fue la jornada de ayer, Ajenjo no se olvidó de "dedicar este premio a todos. A los visibles, los que hacen la música, los artistas, pero sobre todo a los invisibles, todos aquellos que están detrás de los escenarios procurando que todo y nada pase", concluyendo con un consejo: "No olvidéis que la música no entiende de lenguas ni fronteras y habla un idioma universal, el del corazón. Sean felices".