Con una seguridad arrolladora y rostro tranquilo Jesús Gómez cruzó la línea de meta en segundo lugar, por detrás del polaco Lewandowski, y se clasificó para disputar la final continental de 1.500 metros. En su primer Campeonato de Europa Indoor el burgalés ha competido como un atleta experimentado, con una madurez digna de un campeón y ha mostrado unas excelentes condiciones para soñar con el podio continental. La gran final será mañana, domingo, a partir de las 21.01 horas.
Tres series, con representación española en todas, y grandes favoritos para la pugna final de mañana. Solo triunfó el burgalés Jesús Gómez. La primera, con Adrián Ben, fue muy extraña . El atleta del Barcelona no estuvo al nivel de lo esperado y el ganador, el noruego Filip Ingebrigtsen, fue descalificado por pisar la línea. La segunda, con Saúl Ordóñez, y el otro hermano noruego, Jacob, fue muy rápida. El campeón de Europa no defraudó pero el leonés se despidió de Glasgow de la peor manera posible. Un pinchazo en la planta de un pie le obligó a retirarse. Una verdadera lástima.
Solo quedaba Jesús Gómez para asegurar presencia española en la gran final. Con la necesidad de llevar un ritmo elevado, debido a los buenos tiempos de la segunda serie, el burgalés supo controlarse y no marcar el ritmo. Se mantuvo atrás gran parte de la carrera y fue en el último kilómetro cuando cambió de ritmo y se puso en cabeza. Una lección magistral. Solo le aguantó el polaco Lewandowski. «Me encontré bien y sabía que tenía fuerzas para pasar adelante, así que no me inquieté. Tenía claro cuándo debía ir para arriba», afirmaba. En los últimos 500 metros dio un nuevo cambio para reducir el tiempo y asegurar su clasificación. Se impuso el polaco con un tiempo de 3:47.49 y a cuatro centésimas entró Jesús Gómez, segundo de su serie. Fue una carrera controlada por el atleta de Nike, que sin un enorme desgaste pasó a la final. Hoy, tendrá que reponer fuerzas para conquistar el podio. En frente tendrá grandes rivales, aunque la madurez con la que ha disputado la semifinal permite augurar una gran carrera y soñar con una medalla.
Celia Antón ha puesto un buen broche a la primera jornada de los Campeonato de Europa Indoor. En la final directa de los 3.000 metros ha cumplido con creces con las expectativas. Ha sido octava, en una carrera trepidante, con nuevo récord del mundo, y ha hecho marca personal.
La arandina ha cerrado la temporada de invierno con una meritoria octava plaza continental a sus recién cumplidos 22 años. Ha disfrutado de su primer europeo y ha adquirido una gran experiencia para seguir creciendo y mejorando como atleta. Celia Antón ha marcado un nuevo registro personal con 9:00.57, mientras que la actual campeona de España, Cristina Espejo, ha hecho un tiempo de 9:06.26. La final de los 3.000 pasará a la historia por el récord mundial de la inglesa Muir con 8:30.61.